El exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, ha sido contundente en su declaración en el juicio por la 'trama Gürtel', al afirmar que fue expulsado del consistorio por no adjudicar obras a un empresario vinculado al partido, Joaquín Molpeceres. La Fiscalía anticorrupción pide 50 años y 10 meses de prisión al exregidor. Solo ha respondido al interrogatorio de su abogado defensor, empezando por dejar claro que él no tuvo nada que ver con el delito de supuesta financiación ilegal del Partido Popular, sino que el diseñador de este modelo fue el extesorero del PP y antecesor de Luis Bárcenas, Álvaro Lapuerta, exculpado de la causa por una «demencia sobrevenida».
Según el relato del exdirigente 'popular', él «nunca» recibió un fax con un listado de empresas a favorecer, tal y como afirmó José Luis Peñas, sino que cuando llegó a la alcaldía lo que sí recibió fue la llamada de Lapuerta para pedirle que adjudicase contratos municipales a empresas que colaboraban con el PP. «Es verdad que recibo una llamada, al principio, de Álvaro Lapuerta, pidiéndome que a las empresas Licuas y Coarsa les intentase echar una mano en todo lo que fuera posible, porque era gente que colaboraba con la casa», ha asegurado Ortega.
El exalcalde de Majadahonda reprochó que le echaron del consistorio porque no estaba adjudicando «ninguna obra» a las citadas empresas. De hecho, apuntó a una comida con Jorge Barbadillo. En el restaurante coincidieron con Lapuerta y Carmen Rodríguez Flores, diputada autonómica del PP de Madrid. Ésta, según Ortega, tras tratar otros asuntos personales, le dice que a Ortega le han echado porque ”Joaquín -presidente de Coarsa- ha denunciado a Lapuerta que tú no estabas adjudicando ninguna obra». Guillermo Ortega ha insistido en que «nunca» entregó a Luis Bárcenas «cantidad ninguna». «No le conozco de ningún proyecto. Le conozco como compañero de partido, como en la mili».
Ortega no evitó citar a Esperanza Aguirre y Francisco Granados. Según el exalcalde, fue la ex presidenta del PP madrileño la que le llamó y le pidió su dimisión como alcalde de Majadahonda. Ha reprochado a Aguirre que haya afirmado que lo expulsó «por corrupto» -por el caso de la cesión de unas parcelas por valor menor al que supuestamente le correspondían-, cuando en realidad le nombró como presidente de la sociedad pública Mercado Puerta de Toledo: «Me daban un ascenso, en lugar de ponerme una querella».
Guillermo Ortega se ha presentado como un «un hombre de partido» y que acataba «las órdenes del partido en todo momento», en relación a que Aguirre y Granados le pidiesen que dejase el puesto en la Alcaldía de Majadahonda. Ortega ha asegurado que ha recibido presiones e incluso una llamada de «un ex ministro de Justicia» para recomendarle un bufete de abogados para su defensa en el procedimiento judicial. El exaclade calificó a Francisco Correa como una persona «peculiar», «un histérico», que tenía «miedo escénico». En cuanto a su relación, declaró que, «al principio» advirtió de que era «muy mala», pero después tuvieron «muy buena relación de amistad».
Elsa S. Vejo