“No va a haber referéndum. Va en contra de la Constitución”. Éste ha sido el mensaje que el Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a lanzar el mismo día que el presidente catalán, Carles Puigdemont, celebra la llamada 'cumbre' por el referéndum en la que partidos, entidades y agentes sociales tratarán de definir la estrategia de los próximos meses, en lo que se considera ya la última fase del camino antes de la independencia de Cataluña. El Gobierno central insiste a la Generalitat en que no se deje “arrastrar” por los “radicales”.
Este viernes, el Tribunal Constitucional (TC) ha declarado nulas las tres ponencias que sirvieron de base a Junts pel Sí y la CUP para redactar las leyes de “desconexión democrática” en el Parlamento de Cataluña. “El Gobierno siempre respeta y acata las decisiones judiciales y pide a los demás que haga lo mismo. Es lo que hay que hacer en un Estado de Derecho”, ha respondido el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde se le ha preguntado por esta cuestión, y en la que ha vuelto a insistir en el que “radicalidad no es buena”, en referencia a la influencia de la CUP en el gobierno catalán.
Méndez de Vigo ha recordado a Puigdemont que la “mayoría” de los catalanes apuestan por la “moderación” y ha reiterado por activa y por pasiva que el Gobierno de Rajoy “está por el diálogo”. “El diálogo es y va a ser una constante. Tenemos la mano tendida. Los ciudadanos tendrán que juzgar la actitud de los que están en la unilateralidad. La puerta sigue abierta y seguiremos en esa línea”, ha insistido el también ministro de Educación, cuando ha sido preguntado sobre si el Gobierno “da por finalizado el diálogo con Cataluña después de la cumbre” de este viernes.
Conferencia de Presidentes
El Ejecutivo 'popular' cree que el mejor escenario para discutir cualquier cuestión es la Conferencia de Presidentes que se celebrará en el Senado en enero y a la que no parecen tener ninguna intención de acudir tanto el presidente catalán, como el vasco. “Ahí es dónde se van a discutir los problemas reales y soluciones reales para la gente”, ha asegurado Méndez de Vigo, dando a entender que la independencia catalana no lo es. “Todos los presidentes autonómicos tendrían que acudir a la próxima conferencia de presidentes”, ha insistido el portavoz. “Las invitaciones se hacen, pero a lo mejor no se aceptan”, ha rematado Méndez de Vigo en referencia a las ausencias previstas.
Tal y como ha avanzado el portavoz del Gobierno, la próxima conferencia constará de dos partes. Una de carácter deliberativo (donde se tratarán temas españoles y de la Unión Europea). Y otra donde se tomarán decisiones. La agenda con los temas definitivos aún no está cerrada. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se reunirá con los consejeros de Presidencia el próximo 11 de enero para hacerlo.
Elsa S. Vejo