La celebración del primer gran acto del año militar llega con la sacudida del dictamen del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak-42 y con el revuelo de las consecuencias del informe -más políticas que militares. Pero ni las novedades mi la polémica han llegado, por el momento, a la cúpula de las Fuerzas Armadas: es la sexta Pascua Militar del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Fernando García Sánchez y la quinta de los jefes de los estados mayores de los Ejércitos y la Armada, que llegaron al cargo en julio de 2012.
El 'impasse' en el que se sumió la renovación de cargos militares durante el año en funciones del anterior Gobierno se prolonga, por el momento, ‘sine die’. La llegada de la nueva ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no ha dado ninguna pista sobre la fecha en la que podría cambiar la cúpula militar. Es más, la versión oficial que manejan los altos cargos militares apunta a que Cospedal no tiene prisa por hacer cambios y se lo tomará con “tranquilidad”.
Hay quien apunta, incluso, a que no habrá nuevo JEMAD hasta que no se aprueben los presupuestos generales del Estado, lo que supone que el almirante García Sánchez permanecería en el cargo hasta, al menos, el mes de mayo: si los presupuestos se presentaran en febrero –cuando se reanuda la actividad parlamentaria- se necesitan unos tres meses para su tramitación en el Congreso de los Diputados.
Pero tampoco está claro, en absoluto, que el proyecto de presupuestos esté listo para febrero con lo que, si esta teoría se cumpliera, el actual JEMAD podría permanecer en el cargo hasta pasado el verano. Una espera que se hace interminable para muchos posibles candidatos al cargo, que esperan, en muchos casos con impaciencia, la resolución que termine dando la ministra sobre quién dirigirá el Estado Mayor de la Defensa.
Los que más papeletas tienen son los tenientes generales del Ejército de Tierra. La norma no escrita de rotación en el cargo entre los tres ejércitos dice que, después de un JEMAD de la Armada, el actual, y otro del Ejército del Aire, José Julio Rodríguez, es a Tierra a quien le toca ostentar la dirección del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) –siempre y cuando Cospedal no quiera enfadar, y mucho, a los miembros de este ejército.
Los señalados para el cargo son los 11 generales de tres estrellas -tenientes generales- y uno de cuatro –general de ejército- aunque también podría ocurrir que la ministra eligiera a un general de división al que se ascendería antes de nombrarle JEMAD, como ya ocurrió con el actual director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán.
En la elección del cargo, que es la cuarta autoridad militar del país (tras el rey, el presidente del Gobierno y el ministro de Defensa), es también una decisión personal, ya que se trata de un cargo de confianza. La ministra de Defensa entregará con este cargo el mando de de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas y el mando del Estado Mayor de la Defensa, lo que conlleva, entre otras cosas, el planeamiento y conducción de las operaciones, las relaciones militares con organismos internacionales o el mando del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS).
Los candidatos
El nombre que más suena –aunque todos los militares repiten insistentemente en que “no se sabe nada, ni siquiera pistas”- es el del Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general de ejército Jaime Domínguez Buj. Este militar de 64 años, visto con buenos ojos por muchos militares de Tierra, tiene, además, un gran curriculum y experiencia en distintos cargos en las Fuerzas Armadas y en el propio EMAD, donde fue comandante del Mando de Operaciones. Fue el número uno de su promoción al ascender a general de brigada, en 2004, cuando ocupó el cargo de secretario general en el Mando de Adiestramiento y Doctrina. Cuenta, además, con experiencia en misiones internacionales, en la Dirección General de Política de Defensa (DIGENPOL) y ha sido asesor de los ministros de Defensa Gustavo Suárez Pertierra y Eduardo Serra Rexach en su Gabinete Técnico.
Los rumores apuntan a que otras de las opciones es el teniente general Juan Campins Miralles, de 62 años, el actual segundo JEME pero también suena con mucha fuerza al actual responsable de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), el teniente general Juan Manuel García Montaño. Desde ese puesto, ha planificado y desarrollado política de armamento, programas de armas, I+D+i, industria de Defensa o cooperación internacional en la materia. Un cargo, por tanto, muy relevante en la relación con la industria de Defensa. De hecho, es una de los aspectos que comparte con uno de los últimos JEMAD, José Julio Rodríguez, que ocupaba ese mismo puesto cuando fue elegido para dirigir el EMAD. En caso de que no fueran nombrados JEMAD, tanto Campins como García Montaño suenan con mucha fuerza para ocupar el cargo de JEME.
Sin embargo, nadie se atreve a quitar de las quinielas al resto de tenientes generales, aunque, después de los citados, los que más suenan son el actual jefe de la UME, Miguel Alcañiz Comas o el jefe de la Inspección General del Ejército (IGE), Ricardo Álvarez-Espejo.
Paula Pérez Cava