Se ha anunciado que la Comunidad de Cantabria pondrá en marcha un experimento por el cual, en uno de sus pueblos, no se podrá utilizar el dinero en efectivo para ninguna transacción. Sólo se podrá pagar con tarjeta de crédito u otras herramientas digitales – fundamentalmente, una aplicación de móvil-.
El fin del dinero
En realidad se trata de una tendencia internacional para que el dinero en efectivo desaparezca. Experiencias que ya se practican en algunos países del norte de Europa. Las razones por las que se justifica esta medida – más allá de la suciedad del dinero – son las posibilidades que la medida ofrece para acabar con la evasión fiscal, la economía sumergida o las prácticas ilegales. El final de los ilícitos o la evasión exige el final del dinero, se dice.
Creer que esta media paliará la economía irregular de toda naturaleza es desconocer el mercado de la economía irregular. Hace tiempo que los maletines no circulan o cruzan fronteras, salvo algunos cutres episodios tipo “Valdemoro”. Pero si hiciera falta, ya existe un mecanismo monetario que puede utilizarse para tales propósitos: el Bitcoin.
El Bitcoin
La moneda virtual, cuya tecnología por cierto está siendo copiada por la banca tradicional, crece en volumen de circulación y valor. “Se aceptan bitcoin” cada vez en más sitios. La moneda virtual va ganando espacios mientras las autoridades monetarias estudian la retirada del dinero físico.
La moneda digital, que ha sido criticada como un vehículo para traficantes de drogas y evasores de impuestos para operar, superó a todas las monedas en competencia con una subida del 125% en su valor en 2016.
El Bitcoin ha alcanzado su mayor valor en los últimos tres años por encima de mil dólares, la unidad.
No obstante, Bitcoin está sujeta a una alta volatilidad. Después de un aumento que llevo su precio a 1.190 dólares, superior al de una onza de oro, ha empezado a reducir su valor. para situarse en el en torno de los 900 dólares. En la mañana de Reyes llegó a 899,72 dólares, 6,61% más que el día enterior. El número de transacciones supera los 400 millones de dólares, lo que significa que mucha gente está haciendo negocios con los altibajos de la moneda.
La subida de Bitcoin pudo haber sido impulsada por una mayor demanda en China, debido a una caída en el yuan. Los datos muestran que la mayoría del comercio bitcoin se realiza en China. Son los ricos tratando de evadir las limitaciones para mover divisas, como ocurre en China,Venezuela o la India los que estan mejorando el valor de la moneda
La creciente guerra contra el efectivo y los controles de capital está haciendo que bitcoin se vea como una alternativa viable. La moneda se utiliza para mover el dinero a todo el mundo de forma rápida y anónima y está libre de control de cualquier banco central o gobierno, por lo que es atractivo para aquellos que quieren superar los controles de capital.
Bitcoin todavía está lejos de su máximo histórico de 1.163 dólares alcanzado a finales de 2013, pero ahora hay muchos más bitcoins en circulación.
A Hacienda les molesta que el personal disponga de billetes de quinientos euros pero no puede controlar una aplicación en un móvil, o una cuenta cifrada de internet, que permita disponer de una cuenta irregular, no controlada por Banco Central alguno. No es un sueño. Ya puede hacerse.
El dinero para los pobres
Puesto que el dinero es “sucio” que mejor que dejárselo a los pobres. El grado de alfabetización digital, de redes y de precios necesarios para el funcionamiento de un sistema sin dinero aumentará la exclusión de los nuevos sistemas de pago.
Mientras el dinero negro se moverá a golpe de Bitcoins o monedas virtuales no controladas parecidas, quienes tengan menos recursos serán las que más perjudicadas salgan con el nuevo sistema.
El uso de la moneda es siempre muy alto entre las personas más pobres y algunas personas mayores, no sólo en los países pobres, sino también dentro de las economías más avanzadas. La abolición del dinero en efectivo sería dramático para los más acuciados por la exclusión y la precariedad. La alternativa, que ya esta proliferando es la multiplicación de múltiples monedas sociales de carácter local para un trueque de cercanía y carácter social (caridad) pero que no permitirían ni el ahorro ni la actividad financiera.
Miguel de la Balsa