Todas las miradas apuntaban a las cabalgatas de Madrid y Vic por el morbo de los trajes de sus majestades y por el desafío independentista del pueblo catalán, pero al final el verdadero protagonista en la víspera de la visita de los Reyes Magos fue el desfile de Barcelona. La cabalgata que recorrió las calles de la Ciudad Condal dejó una de las imágenes más polémicas y controvertidas de los últimos años. Un hombre disfrazado de domador de circo propinó varios latigazos a una mujer ataviada con un traje que imitaba la piel de una leona. La imagen ya ha sido tachada como una clara apología a la violencia de género.
Es sorprendente que Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y una férrea defensora del movimiento feminista y de los animales, no tuviera en cuenta las consecuencias inmediatas de esta 'performance', que no sólo puede ser interpretada como un insulto a la mujer, sino que también puede entenderse como una acción de maltrato a un animal. A buen seguro que los animalistas no entenderán como la alcaldesa ha permitido esta actuación cuando había prohibido la participación de los animales, igual que el Ayuntamiento de Madrid. Es decir, veta a los animales, pero aprueba una actuación en el que una mujer vestida de leona es azotada por la figura de un domador masculino.
Es más, Barcelona es una de las ciudades pioneras en la lucha contra el maltrato animal. En la Ciudad Condal están expresamente prohibidos los espectáculos con animales salvajes en el circo mediante una Ley de Protección de Animales. “Tenemos un problema enquistado y estructural, y se llama machismo” aseguraba la alcaldesa Colau recientemente. Las imágenes fueron retransmitidas por Televisión Española en su desconexión catalana. Los comentaristas no hicieron ninguna referencia al hecho de que una mujer vestida de leona estuviera siendo domada, pero sí comentaron lo «bonito» que es ver la figura de un domador en la Cabalgata porque «hay que fomentar la cultura».
C.L