La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un hombre que presuntamente abusaba sexualmente de un menor de 15 años en relaciones sadomasoquistas, y a otro que también mantuvo relaciones con la víctima.
Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía, el principal arrestado es un español de 53 años que no tiene antecedentes policiales y que era el administrador de un foro de internet en el que conoció a la víctima.
Llegó a crear más de una decena de perfiles falsos con los que escribió 93.000 mensajes para ganarse la confianza del menor y hacerle creer que él era su amo y podía ofrecerle para este tipo de prácticas sexuales a otras personas.
De hecho la Policía también ha detenido a otro hombre, también español y de 23 años, por mantener relaciones sexuales con el chico después de que el otro arrestado se lo ofreciera diciéndole «tengo un nuevo perro para ti», han precisado a Efe fuentes de la investigación.
Los investigadores acusan a ambos de los delitos de abuso sexual de menores, prostitución de menores y difusión de pornografía infantil.
La investigación comenzó en noviembre de 2016, cuando el menor denunció junto a sus padres los hechos en la Comisaría de Alicante, narrando los contactos sexuales que había mantenido con una persona mayor de edad a quien había conocido en un foro de internet para homosexuales.
Este hombre era el administrador de uno de los grupos del foro y utilizaba un nombre ficticio para identificarse, y según descubrieron los agentes logró que el menor se saliese de ese lugar común, ya que esto podría traerle problemas, y que siguiera en contacto con él mediante otras aplicaciones de mensajería.
Desde entonces embaucó presuntamente a la víctima y desplegó una auténtica estrategia e «ingeniería» para ganarse la confianza del menor, según la Policía, incrementando progresivamente las conversaciones de tipo sexual y los intercambios de archivos.
Llegó a crear más de diez perfiles en las redes sociales simulando conversaciones entre diferentes personas que mostraba al menor, cuando realmente eran inventadas y tenían como único fin banalizar este tipo de conductas y engañar a la víctima.
De esta manera se ganó la confianza de la víctima, con quien llegó a mantener relaciones sexuales y a la que fue introduciendo en prácticas de tipo sadomasoquista.
El ahora arrestado hacía creer al menor que él era una especie de dominador o amo y podía ofrecerle para este tipo de prácticas a otras personas.
En esta espiral el menor fue convencido para mantener relaciones sexuales con otros individuos, que en ocasiones presenciaba el principal sospechoso y que tenían lugar en diversos lugares.
Uno de estos lugares era una casa abandonada en un descampado del término municipal de San Vicente del Raspeig, con unas condiciones especialmente insalubres y vejatorias: una especie de caseta con algunas paredes derruidas, llena de cascotes y con un colchón en el suelo.
El menor comenzó a padecer ansiedad y, totalmente desbordado, contó lo que le ocurría a sus padres, que le acompañaron a denunciar ante la Policía.
Los agentes identificaron tanto al principal sospechoso como a un hombre que había mantenido relaciones con el menor.