El 2017 ha empezado acompañado por la gripe. La mayoría de las urgencias de los hospitales de España se encuentran saturadas, los pasillos están colapsados de camillas, los sanitarios están desbordados y las listas de espera aumentan cada día. Las cifras hablan por sí solas: 429 casos graves hospitalizados en lo que va de año –la semana pasada eran 209- y 53 personas han fallecido como consecuencia la gripe.
Calificada ya como epidemia, el Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente un informe en el que se muestra que en poco más de una semana se ha producido un aumento del 26% de los casos.
Si el año pasado el momento álgido de la gripe se produjo en marzo, este año se ha adelantado dos meses. Además, con solo 13 días del año, las cifras están batiendo los récords anuales algo que preocupa ya que esta gripe, fuerte y temprana, podría empeorar con la llegada de un temporal que traerá consigo un descenso importante de las temperaturas y un invierno frío. Fuentes del hospital Carlos III de Madrid han explicado que se espera que el pico más alto de afectados por este virus se dé dentro de dos semanas.
Este mismo hospital, responsable de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, ha informado que de los 429 casos graves hospitalizados en 17 comunidades autónomas, 425 (99%) están infectados por el virus de la gripe A.
Una de las consecuencias de este aumento del número de enfermos contagiados por la gripe es el colapso de los distintos hospitales de España. Algunos de los pacientes que actualmente se encuentran ingresados en el Hospital Infanta Leonor de Madrid, han asegurado que puede llegar a haber hasta cinco pacientes en una sola habitación de urgencias.
En este sentido, algunos hospitales se han visto obligados a suspender operaciones urgentes, e incluso, en algunos hospitales del norte de la Península se han visto obligados a atender a los pacientes en los pasillos mientras que los familiares protestaban por el trato recibido.
Otra de las lacras de este virus es el número de fallecidos que, al igual que el número de afectados, no deja de aumentar. Esta epidemia de la gripe se ha llevado consigo 53 defunciones en 14 comunidades, de los cuales 44 era mayores de 65 años, mientras que los 9 restantes pertenecían al grupo de edades comprendido entre los 45-54 años. Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, un 90% de los fallecidos tenían factores de riesgo, un 33% habían ingresado en la UCI y un 54% no habían sido vacunados.
Los territorios más afectados por esta epidemia se encuentran en el centro y en el norte de la península, sobre todo en Castilla y León con una tasa de 374,21 afectados por cada 100.000 habitantes. A esta comunidad le siguen, Cantabria, Cataluña, País Vasco y Asturias. Sin embargo, en las islas, tanto en Baleares como en Canarias, no han llegado a la epidemia.
Los expertos sanitarios recomiendan a los enfermos crónicos y personas asmáticas que no se hayan puesto la vacuna que lo hagan si todavía están a tiempo, con el fin de reducir el número de ingresos hospitalarios.