Alvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital en España, comparece tras el anuncio de medidas en el sector que no han sido tomadas en serio por casi nadie o que, en todo caso, no han sido capaces de detener los continuos records de precios que el mercado va obteniendo a lo largo del mes de Enero.
Evolución de precios y medidas
Cuando el ministro se dirija a sus señorías, el mercado le habrá bendecido con una leve mejoría de las cifras. No obstante el precio medio de la energía será de 87,88 euros, un 72% más caro de lo que era a principio de mes. El precio a la hora de máximo consumo se pagará a 95 euros, por debajo del record de 100 euros por megawatio alcanzado el miércoles; no obstante este precio marginal máximo es un 48% más que el de principio de mes y prácticamente el doble del año pasado por estas fechas.
Las consecuencias para la factura de los usuarios afectados, los casi 13 millones de usuarios sujetos a tarifas reguladas – el llamado Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)-, estará por encima del 40% más alto que 2016 y podrá suponer alrededor de diez euros de golpe en la ya inflada tarifa de la luz.
Con estos precios, los casi trece millones de usuarios que están sujetos a la tarifa regulada, podrán pagar en este mes por encima de los 73 euros, a lo que habría que sumar si se procede o no a las refacturaciones pendientes.
Esta cifra superaría el record que se produjo en el primer trimestre de 2012, cuando debido a unas refacturaciones se pagaron 73,2 euros el megawatio. En los meses de Enero de estos cuatro últimos años, las facturas de Enero han sido: 57,3 euros en 2014; 67,4 en 2015; 58 euros, en 2016 .
Medidas Gubernamentales
La naturaleza de las medidas a adoptar depende mucho de las opiniones que el Gobierno tenga sobre el oligopólico sector energético que muestra un natural tendencia a la codicia organizada.
Las empresas, La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y algunos analistas atribuyen los problemas a cuestiones estacionales. La ausencia de agua y viento y la imposibilidad de recibir energía de Francia, al contrario les estamos vendiendo, lo que encarece nuestro precio, hace que se depende del mercado del gas. Puesto que este es el mas caro es aquí donde el Gobierno ha insistido: en realidad ha adelantado medidas ya previstas, puramente organizativas, que le permitirían aumentar el volumen de gas más barato disponible, reduciendo ligeramente los precios.
Insuficiente
Por otra parte, estas medidas han sido calificadas por analistas del sector insuficientes. Según estas opiniones el problema se encontraría en el carácter marginalista del sector. Es decir el hecho de que toda la energía se pague al precio de la última que se usa, siempre la más cara, Esto produce que el porcentaje de electricidad suministrada por centrales nucleares o hidroeléctricas, ya amortizadas y más baratas estén produciendo a las compañías márgenes por encima de siete u ocho veces su coste.
Es decir, las empresas tienen incentivos para que las energías a utilizar sean las más caras y colocar todas su ofertas a este precio.
Es por esto que la propia fiscalía del Supremo ha abierto investigaciones sobre el comportamiento del mercado, ante la frialdad con que el regulador ha acogido las demandas de investigación que se han efectuado.
Más allá del Gas, qué pasa con las renovables
El Ministro deberá ir más allá del gas. El otro día reconocía que la aportación de las renovables haría reducir los precios. Sin embargo, a pesar de que el temporal ha dejado nieve de sobra para abastecer a las centrales hidroeléctricas y el viento ha soplado a favor de la eólica, los precios no han dejado de subir.
Las reglas de juego de agua, implican su almacenamiento y permite a las empresas ofertar al coste de oportunidad. Es decir, al precio de otras tecnología menos eficientes.
En cuánto a la producción, ayer la máxima de eólica se situó en torno a los 7.000 cuando en España hay instalados alrededor de 26.000 MW eólicos, El día 26 de Enero del pasado año la demanda máxima fue de 30.000 MW parecida a la esperada para el jueves. Teníamos mucha menos eólica, un poco más de 2.000 MW; 5.400 MW de hidráulica y 6.000 MW de nuclear. Es decir, que teníamos 1.000 MW más de nuclear que ayer y 2.000 MW menos de hidráulica”. En suma tenemos energía más barata pero peores precios.
Aquí esta la trampa del mercado: su carácter marginalista y el hecho de que buena parte de esa energía se está enviando a Francia, obteniendo por las empresas márgenes escandalosos.
En suma, el Ministro deberá explicar el conjunto de trucos técnicos con los que el sector ha hecho el agosto, en pleno Enero
Miguel de la Balsa