lunes, noviembre 25, 2024
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Cospedal quiere poner a España a la cabeza de un ejército europeo

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La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, apuesta por que España se convierta en el país que lidere el nuevo proyecto de Defensa europea. O al menos, ser uno de los países que encabece las históricas pretensiones del viejo continente de tener una sistema y estrategia militar comunes y unificados. Cospedal ha movido fichas desde su llegada al cargo para que España sea uno de los países que encabece la iniciativa, junto con Alemania, Francia e Italia. Y, para muchos, es el momento idóneo.

“Nadie teme que se desinfle la OTAN pero todo el mundo está preocupado por ello”, aseguran fuentes de Bruselas. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con la crítica al sistema de la OTAN como uno de sus mantras, es uno de los impulsos definitivos para el proyecto. “La llegada de Trump pone de manifiesto que Europa cada vez está más sola en defensa y es la muestra de que ha llegado el momento de llevar a cabo esta iniciativa”, explican esas mismas fuentes.

El nuevo presidente de Estados Unidos ha criticado con dureza que su país tenga que hacerse cargo de la defensa de otros estados que apenas invierten en Defensa y llegó a condicionar su permanencia en la Alianza Atlántica si no hay un incremento de los presupuestos de los estados miembros, que sólo en escasas ocasiones alcanzan el 2% que pide la OTAN. Estados Unidos invirtió el 3,3% de su PIB en 2015 mientras que el país europeo que más invirtió se quedó en el 2% exacto y fue, precisamente, el Reino Unido, según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI) del año 2015.

Precisamente, el escenario que se plantean los socios europeos es que  pueda llegar a existir una alianza militar entre la Administración estadounidense en manos de Donald Trump y un extracomunitario Reino Unido.

Es, precisamente, esa salida del Reino Unido de la Unión la que puede hacer que se fragüe el sueño histórico de un ejército europeo. El Reino Unido ha bloqueado históricamente todos los acuerdos a este respecto. La última vez fue este mismo septiembre, cuando el secretario de Defensa, Michael Fallon, en un encuentro informal en Bratislava, mostró la oposición de su país e, incluso, llegó a hablar de que esta organización se convertiría en “un rival de la OTAN” que crearía “burocracia innecesaria”.

Pero los obstáculos que han puesto los británicos a proyectos en materia de Defensa que ya están en marcha han sido muchos, como con la Operación Atalanta que se inició en 2008, a la que el Reino Unido se opuso casi desde el comienzo. Cuando comenzó la operación, que lucha contra la piratería en las aguas del Índico, los británicos no hicieron aportaciones de buques pero se quedaron con la dirección de la operación que, de hecho, se hace desde su propio territorio nacional.

Relanzamiento del proyecto

Con la vista puesta a una Unión Europea sin Londres, se han relanzado los movimientos que ya se habían originado desde Francia y, sobre todo, Alemania para la creación de este sistema militar común. Ya en noviembre, tras varias reuniones en las que este tema era omnipresente, España, Alemania, Francia e Italia se unieron para impulsar un proyecto de Defensa común, que suponga tener una capacidad de despliegue parecida a la que tiene actualmente la Alianza Atlántica y que vaya más allá de las misiones de entrenamiento o humanitarias. E incluso un cuartel general, como propuso el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. 

Hasta el momento, la política de Defensa de la Unión Europea está dirigida por la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, de la que depende el Estado Mayor de la Unión Europea. Pero, para cada misión o iniciativa, las propuestas han de pasar por el Consejo de la UE, que ha aprobado misiones como la de control de tráfico de personas en el Mediterráneo (EUNAVFORMED Sophia).

Otro de los organismos relacionados con Defensa en la UE es la Agencia Europea de Defensa, un organismo que se creó en 2004, que se encarga de los temas relacionados con las capacidades defensivas de los Estados miembros, especialmente vinculada a industrias militares y la cooperación tecnológica y de investigación en esta materia.

Por otro lado está el Eurocuerpo, un intento de conseguir el mencionado ejército europeo que participa en operaciones reales. Pero este organismo no pertenece a la Unión Europea  y en él solo participan Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo y España -que la dirige en estos momentos con el teniente general Alfredo Ramírez a la cabeza.

El PP lo llevará a debate

La importancia que da Cospedal a esta iniciativa es grande, también a nivel nacional. De hecho, el Gobierno quiere que esté en el debate público y será uno de los temas que se debata en el congreso del PP que se celebrará en febrero.  El eurodiputado popular Esteban González Pons presentó la semana pasada una propuesta para que su partido apoye que la UE “trabaje hacia la creación de un futuro Ejército europeo”.

Pons defiende que con este proyecto se aunarían esfuerzos y un gran ahorro económico al conseguir “unas estructuras de seguridad y defensa comunes, más compactas y efectivas” con las que se alcanzaría la “optimización de las capacidades militares, coordinación y la eliminación de duplicidades”. De hecho, cifra en 26.000 millones de euros ese ahorro y establece una base de cooperación, coordinación y coherencia: «entender que cuando un país miembro sufre un ataque contra sus libertades, nos están atacando a todos los demás».

Desde el PSOE, también consideran que es una propuesta “conveniente, necesaria e inevitable” a la vista del desarrollo de los acontecimientos a nivel internacional. “Es la opción más lógica de contribuir a la defensa y política exterior de la UE”, explica a Estrella Digital el senador de la Comisión de Defensa Emilio Álvarez , que recuerda que no es una propuesta nueva.

Para Álvarez, lo ideal es que se dieran “pasos en firme para crear un ejército europeo que se integrara en la OTAN”, aunque se muestra pesimista pese a la “idoneidad del momento por la salida del Reino Unido y la llegada de Trump”. “Crear un ejército común supone una gran cesión de soberanía y estamos viviendo un auge de los populismos que quieren cerrar fronteras”, explica. 

Paula Pérez Cava

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