El Nacionalismo catalán ha programado una movilización con motivo del juicio por el referéndum organizado en Noviembre de 2004. Artur Mas, principal encausado ha intentado un alegato político, cortado de raíz por el presidente del Tribunal, Jesús María Barrientos, que ha impedido todos los intentos del expresidente de la Generalitat de incluir valoraciones políticas en el juicio.
Barrientos llegó ha advertirle que “usted viene como acusado, no como presidente”, y le aconsejó que guardara “en su fuero interno” los motivos por los que no estaba dispuesto a responder a las preguntas de la Fiscalía ni de la acusación popular.
Se añadía el intento de despolitización del tribunal al malestar que ha producido en tribunal, Fiscalía y abogados el retraso de los encausados que han perdido bastante tiempo dándose el baño de masas que le habían organizado las fuerzas nacionalistas.
Movilización nacionalista
Una multitud de manifestantes independentistas (unos 40.000, según la Guardia Urbana) han acompañado al expresidente Artur Mas y a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau hasta las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
El cortejo en el que se han integrado encausado y las encausadas ha partido del Palau de la Generalitat, donde han sido acompañados por la presidenta del Parlament y el Govern en pleno. Un cortejo de esteladas se había congregado ya a las siete de la mañana.
Junts pel SI, ERC y Cataluña Si que es Pot han reconstruido las fisuras producidas días atrás, con motivo de las investigaciones sobre la financiación ilegal del CDC, el llamado 3%. Se confirma la estrategia de los Demócratas de Cataluña, antigua Convergencia, para acelerar el proceso del referéndum independentista, con el objeto de abrochar los descosidos políticos que se producen cada vez que surgen las acusaciones de corrupción.
En esa dirección, Carles Puigdemont, ha hecho una declaración a favor de los tres procesados, ampliando la victimización a todo el nacionalismo catalán: «Muchos nos sentimos juzgados», ha afirmado, en un discurso en el que ha criticado el sistema democrático español por llevar a juicio un asunto eminentemente «político».
El conductor del acto ha convocado a la concentración a ser «un clamor» en apoyo a los acusados. «No esteu sols!' («¡No estáis solos!»), «votarem» («¡votaremos!») o «fora, fora fora, la justícia espanyola!» («¡fuera, fuera, fuera, la justicia española») han sido los lemas del encuentro.
La concentración se ha mantenido a lo largo de la declaración de Mas, Ortega y Rigau, hasta que el expresident ha despedido la concentración.
Prevaricación y desobediencia.
Mas se ha sometido a las preguntas de la defensa y no ha contestado a ninguna pregunta de la Fiscalía ni de la acusación popular. El expresident ha defendido su actuación y la del Govern, y ha responsabilizado de la consulta al Tribunal Constitucional (TC), que no aclaró, según Mas, qué quería decir en su última providencia en la que prohibía el referéndum al que Mas se ha referido como “el proceso participativo”. Mas ha asumido “toda la responsabilidad” por la jornada, pero ha explicado que tras la intervención del Gobierno y del TC tuvo que cambiar “el formato” de la consulta.
Mas ha afirmado que tuvo que “escoger entre una voluntad popular que quería votar en una consulta” y que “no estaba ya organizada por la administración” y y la providencia “imprecisa” del Tribunal Constitucional.
Mas ha declarado que “si tan evidente era que yo era un delincuente, o que íbamos a cometer los delitos de los que ahora se nos acusan, yo me pregunto ¿cómo puede ser que el TC no hiciera nada para hacer cumplir su resolución?”. En este momento, el Presidente del Tribunal le ha recordado que su obligación era responder preguntas, no formularlas, “bajo su condición de acusado”.
Mas ha mantenido esta línea exculpatoria, sumando responsabilidad del Constitucional, organización por voluntarios y decisiones personales. En su última pregunta, el abogado de Mas, Xavier Melero, ha preguntado si el expresident era el responsable de abrir los colegios e institutos en los que se llevó a cabo la votación. Mas ha contestado que era el «máximo responsable de la idea de cómo sustituir la consulta por un proceso participativo».
Como el expresident no ha respondido, el presidente del Tribunal ha instado a Mas a contestar con claridad si él se consideraba responsable de abrir los institutos. «Era responsable de todo», ha zanjado Mas.
La doble estrategia del expresident de la Generalitat no ha sido otra que capitalizar políticamente el referendum pero evitar la inhabilitación política.
Domingo Labrador