Pueden parecer unas vacaciones recorriendo los fondos marinos con exóticas especies pero son militares del Ejército de Tierra que colaboran en investigaciones científicas en la en la Bahía de Foster, en la Isla Decepción. En total, son 13 los militares españoles que se integraron este pasado mes de diciembre en la 30ª edición de la Campaña Antártica, la misión internacional más antigua del Ejército.
Los buceadores nadan con los lobos marinos y muestran estrellas de mar, algunas de las especies que estudian dentro del proyecto de investigación científica en el que participa España. Los militares están casi al final de los 90 días de su misión, que comenzó a principios de diciembre. Entonces, se desplegaron en la Base Gabriel de Castilla, desde donde se estructuran las actividades de los programas de investigación que se desarrollan desde allí. Se trata de un modelo de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+i en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación, según explica el Ejército en su página web.
Los proyectos de investigación están financiados por el Ministerio de Economía que colabora en los gastos de campaña en las Bases y Buque de Investigación Oceánica (BIO) Hespérides, como en la financiación de los proyectos del Programa que se desarrollan en otras bases o buques. De hecho, el Hespérides acaba de finalizar una primera fase de la campaña Antártica, con la que ha dado apoyo logístico a las Bases Antárticas Españolas (BAEs) Juan Carlos I y Gabriel de Castilla y a la base búlgara, para las que ha transportado un total de 68 toneladas de material de diversa clase, como víveres, combustible o equipos científicos.
PPC