La audacia de ‘Torrebruno’ no conocía límites, tampoco su codicia, y parece ser que su suerte iba a la par; al menos a la par de su impunidad hasta que según informan fuentes policiales fue detenido este lunes por la Policía. Este delincuente nacido en Italia bajo el nombre de Giuseppe Maria Salvatore G. acaba de estafar presuntamente a una importante firma de joyería madrileña 900.000 euros. Es solo el último golpe, lo sorprendente es que, a pesar de las investigaciones de una unidad de la Udyco provincial de la Policía, de haber sido detenido hace pocas semanas en Marbella junto a su esposa, ‘Torrebruno’ siguió suelto y operando entre el castigado gremio de joyeros. Hasta que esta unidad de élite policial ha puesto fin, al menos temporal, a su carrera. La Policía no ha querido dar explicaciones oficiales sobre la detención y la situación judicial de 'Torrebruno', pese a las llamadas de este diario.
Gala ha cambiado su territorio de caza. Ya era un viejo conocido de la Policía en Tenerife, donde está acusado de haber presuntamente asaltado decenas de cajas de seguridad de hoteles y viviendas de lujo, con el nada desdeñable botín de 700.000 euros, según consta en diligencias policiales. Ahora ha cambiado el escenario de sus operaciones por Madrid. Ha sentado su cuartel general en Villaviciosa de Odón.
El último golpe presuntamente perpetrado contra una respetada firma de joyeros, ha seguido un complicado hilo, que casi se puede resumir en la táctica de la caña y el sedal. Según consta en la denuncia presentada ante la Policía, ‘Torrebruno’ se presentó como un intermediario de firmas de alta joyería italiana. De hecho, según explican los denunciantes, “empezó pagando cantidades por el material”, facilitando operaciones con clientes de proximidad. ‘Torrebruno’ estaba soltando sedal con el cebo.
Para estas operaciones utilizó varias empresas interpuestas, alguna española, otras italianas, e incluso a su propio hermano, Doménico G. Otra conocida firma de joyería española fue la encargada de las operaciones finales. Los estafados, dos empresas de conocidos joyeros, que han perdido material por valor de casi 900.000 euros, según consta en su denuncia. Para el golpe definitivo,’Torrebruno’ tiró de presuntos contactos con firmas de alta joyería italianas. Entre las delitos por los que se le acusa, está el de falsificación. Giuseppe, según la denuncia, llegó a manipular un justificante de transferencia del banco italiano Monte di Paschi, para aplacar las dudas de sus víctimas.
El gremio de joyeros es especialmente sensible a los problemas de seguridad, entre los que están este tipo de estafas. Su material de trabajo es de altísimo valor, lo que hace que las pérdidas puedan ser muy cuantiosas, como es este caso. El reciente robo de joyas en los Premios Goya fue por valor de 30.000 euros. En este caso, el golpe es de 900.000.
Golpes contra cajas fuertes
La carrera delincuencial de ‘Torrebruno’ comenzó en su Cerdeña natal, en la ciudad de Olbia. Tras un robo agredió a un carabinero, al que dejó gravemente herido. Luego su carrera se trasladó a Tenerife. Su teatro favorito era el sur de la isla, donde hay una enorme densidad de turismo extranjero. De hecho, la Policía sospecha que contaba con algún cómplice en la colonia rusa, dada la calidad de los datos de que disponía de turistas de esta nacionalidad.
Sus golpes estaban dirigidos contra chalets de lujo y sobre todo las cajas fuertes de las habitaciones de los hoteles. Su botín total se estima en 700.000 euros, con algunos golpes especialmente significativos. Se le acusa de haber robado a un empresario chino 80.000 euros. En otro rentable asalto sacó 90.000 euros de una caja fuerte. Aunque el robo más llamativo fue el que se le imputa contra el hijo de un expresidente de una república de la antigua URSS. Este millonario se movía por el sur de la isla de Tenerife custodiado por guardaespaldas, lo que no impidió que ‘Torrebruno’ presuntamente se llevara de su caja fuerte 70.000 euros.
La impunidad y habilidad de Giuseppe G. es tal, que una compañía aseguradora extranjera contrató un detective privado para que averiguara el misterio de ‘Torrebruno’. Este detective –según informa el diario La Opinión de Tenerife– siguió a G. durante meses e incluso llegó a intimar con él. El detective, alarmado por la actividad de ‘Torrebruno’, puso los datos de que disponía a disposición de la Policía Nacional. La Policía andaba de cabeza por la facilidad de los robos, varios en un mismo día.
El cuartel general de ‘Torrebruno’ está ahora en la apacible y residencial localidad de Villaviciosa de Odón, a pocos kilómetros al oeste de Madrid. Allí ha constituido su esposa –acusada de ser cómplice en todos los delitos–, Arja B., una empresa con el llamativo nombre de Sueño Esperanza e Ilusión Las Lomas, SL, domiciliada en un lujoso chalet de Villaviciosa.
Fuentes del gremio de los joyeros de Madrid explican a Estrella Digital que hay más golpes perpetrados contra profesionales del sector que están sin denunciar, muchas veces por el necesario sigilo de las operaciones naturales de la joyería y la confidencialidad que reclaman algunos clientes. De hecho, las mismas fuentes aseguran que hay al menos otra firma de joyería que ha sufrido las artes de ‘Torrebruno’ después de que fueran denunciado ante el Grupo de Estafas de la Udyco provincial de Madrid.
Paradójicamente ‘Torrebruno’ y su esposa fueron detenidos en Marbella el 12 de noviembre pasado por la Policía por no atender a los requerimientos judiciales de Tenerife. La causa fueron las diligencias instruidas en el Juzgado número 4 de Las palmas de Gran Canaria. Sin embargo, tras las diligencia spoliciales, ‘Torrebruno’ y su esposa salieron libres, posiblemente a bordo del Jaguar con que ‘Torrebruno’ se desplaza. Impune, hasta que ha sido detenido este lunes, con un botín presumiblemente millonario en sus bolsillos.
Joaquín Vidal