Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, el procesado sería responsable de delitos de agresión sexual y malos tratos.
Sostiene que, de manera reiterada desde que comenzó su relación y durante catorce años, propinó golpes con los puños en la cabeza, bofetadas y empujones a la mujer.
Y además se dirigía a la hija de ésta, con la que convivían, con expresiones como «puta, hipócrita, tonta», insultos que profería también contra su compañera sentimental de forma casi diaria.
Pero no solo la insultaba sino que también la amenazaba: «No vales para nada, no sabes ahorrar dinero, lo que gastas es para alquilar pisos con tus amantes, o estás conmigo o no estás con nadie, si me dejas te mato, hija de puta, basura, idiota, tonta, gorda, tus hijas son unas putas».
El 18 de julio de 2015, cuando se dirigían a una boda, le dijo a su pareja: «estás fea y gorda, mira cómo te queda el vestido, pareces una bolsa de basura, fea».
Ya de regreso al domicilio, empujó a su hija menor y a ella le tiró un botellín de cerveza y la comida por encima, la escupió, agarró de los pelos y golpeó.
Meses después, el 6 de septiembre de 2015, cuando el procesado se encontraba en casa y guiado por un ánimo de satisfacer sus instintos sexuales, cerró el pestillo de la habitación, sacó un cuchillo que llevaba y se lo colocó en el cuello a su compañera.
«Ahora vas a tener sexo conmigo, si no quieres lo harás por la fuerza, lo harás sí o sí«, dijo el acusado, quien a continuación la empujó sobre la cama, la desnudó y violó.
Luego se marchó a trabajar pero una de las hijas encontró en una mesa del dormitorio el cuchillo que utilizó para la agresión.
EFE