Quizás sea cosa del uniforme caqui, quizás el bigote recto tipo inglés, sin duda algo tendrá que ver su origen paracaidista, o la cuna castrense, pero la toma de posesión del nuevo Jefe del estado Mayor de la Defensa (JEMAD) resonó más marcial que el de sus antecesores en el patio de armas del Ministerio de Defensa. El general de Ejército Fernando Alejandre ya es el nuevo jefe operativo de las fuerzas armadas, tras un acto de naturaleza más castrense que política celebrado este lunes en la sede del Departamento de Defensa.
Alejandre remitió en su discurso a valores que, dijo, están amenazados por contra valores. Es decir, contrapuso «patria, sacrificio y valor» a «mentira, falsedad y difamación y derrotismo». Este general del Ejército de Tierra, ingeniero, apeló a «la trascendencia de servir a España», y también a los militares que componen las Fuerzas Armadas, «porque ellos están en el vallado». Se trató de un discurso con pocas referencias a su antecesor, el almirante General Fernando García Sánchez. Una alocución, en la que incluso dijo que había que superar «esquemas pasados», y en la que se propuso entregar a su futuro relevo unas fuerzas armadas con mejor operatividad.
El nuevo JEMAD estaba destinado en el Mando Componente Terrestre de la OTAN en Brunssum (Holanda) y hasta su ascenso al máximo empleo en el Consejo de Ministros de este viernes, era un teniente general casi recién ascendido. Esto crea unas pequeñas dificultades del protocolo tácito del estamento militar, ya que casi la totalidad de tenientes generales y almirantes que va a tener a sus órdenes son más antiguos en el empleo que él. Se espera que en el próximo Consejo de Ministros el Gobierno nombre al resto de la nueva cúpula militar, los llamados «Jemes», jefes de los estados mayores de los ejércitos de Tierra, Armada y Aire.
La ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, que presidió el acto, sí se deshizo en elogios al almirante García Sánchez –con un guiño personal y cariñoso hacia su familia–, y también hacia el nuevo JEMAD, del que destacó su «capacidad de trabajo y liderazgo».
Estas tomas de posesión tienen algo de acto social-castrense. Una compañía mixta del Ejército de Tierra, Infantería de Marina y Ejército del Aire rindió honores al nuevo JEMAD, en pleno paseo de la Castellana, antes de la toma formal de posesión y los discursos. Entre los asistentes, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, una nutrida representación de parlamentarios y todo el staff del Ministerio de Defensa. No estuvo en secretario general-director del CNI, el también general Félix Sanz Roldán. Sin embargo, sí fue explícitamente mencionado con honores por el general Alejandre, al asegurar que de él «recibo el testigo», aludiendo a que los dos visten «el mismo uniforme caqui». Por en medio quedan el almirante Frenando García Sánchez y el general del Aire Julio Rodríguez, que hoy milita en Podemos.
Quizás sea que Fernando Alejandre es un militar muy de Tierra. Él mismo reseñó que es nieto, hijo, tío y padre de militares. En la fía de invitados, impecablemente uniformados, estaban sus dos hijos, capitanes del Ejército de Tierra, uno de ellos paracaidista como el mismo JEMAD. Alejandre forma parte de la nueva generación de generales con gran preparación intelectual y cintura política. De hecho, formó parte del Gabinete del ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, con el que mantiene amistad.
También es de esta generación de generales que no tienen atisbo de barriga ni adiposidades. Un JEMAD de aspecto marcial, que hizo notar sus raíces en su discurso con un pasaje sorprendente. Recitó varios versos del poema «España somos tú y yo», de José Luis Santiago de Merás: «»España es eses rojo y gualda que pone ese nudo en la garganta». Fallecido en 1984, José Luis Santiago Merás, además de poeta de aire patriótico y elegíaco, fue consejero secretario general de RENFE y coronel del cuerpo de ferroviarios. Sonó tan sorprendente como llamativo debieron ser para los viandantes de la Castellana una mañana de lunes los gritos marciales de la tropa formada en honor a su nuevo JEMAD.
Joaquín Vidal