Los cielos de Irak y Siria se han convertido en un nuevo campo de batalla en el que no solo los cazas y los bombarderos son los protagonistas. Estos costosos ataques aéreos no son una baza para el Estado Islámico, que no disponen de capacidad suficiente para disponer de estas armas de guerra, pero la imaginación terrorista les ha llevado a adaptarse a formatos mucho más económicos, aunque también letales.
Los drones son el arma de guerra con el que los yihadistas atacan ahora a sus objetivos. Llevan años perfeccionando su uso letal y desde 2015 cuentan “con una división específica dotada de recursos para el uso de aviones no tripulados como armas ofensivas en dos modalidades distintas: como “bombardero” o como una aeronave explosiva”, según una investigación del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional. El Daesh cuenta con talleres para preparar sus sistemas y poseen sofisticados sistemas elementos motrices, transmisores y receptores cifrados de video o sistemas de radio control de largo alcance. Fabrican sus propios aparatos e, incluso, municiones.
De hecho, el aparato de propaganda del Estado Islámico presume de los resultados de sus ataques desde el aire en sus medios y redes sociales. La productora del ISIS 'Al Yaqeen Media' difundió una infografía en la que aseguraban que el pasado febrero, en solo dos días, acabaron con la vida de 14 personas e hirieron a otras 25.
Pro-#Islamicstate's #AlYaqeen Media Releases #INFOGRAPHIC Pertaining To The Casualties & Damage By Drone Strikes. TerrorMonitor pic.twitter.com/uo8FvQ0Hmg
— Terrormonitor.org (@Terror_Monitor) 8 de febrero de 2017
Pero también realizan ataques a las fuerzas y medios de la Coalición Internacional contra el Daesh que opera en Irak y Siria y el frente de Mosul continúa siendo uno de los más activos, también en la lucha desde el aire.
#IRAQ#IslamicState Claims To Have Downed #US Surveillance Drone In #Mosul. #TerrorMonitor pic.twitter.com/qNI9YCkrd8
— Terrormonitor.org (@Terror_Monitor) 1 de abril de 2017
“Los terroristas utilizan cada vez técnicas más avanzadas, pero en los últimos meses ha habido un gran incremento de los UAV (unmanned aerial vehicles) como los drones. Los usan para observar y, recientemente, los usan para enviar bombas. Los usan como armas”, explica el teniente coronel Philippe Belda, jefe de la sección «Learned Lessons» del Centro de Excelencia contra IED (COE C-IED).
Lucha desde España
El combate contra estos artefactos no se queda en su destrucción sobre el terreno, sino que hay todo un despliegue para estudiar cómo, dónde y quiénes están detrás de estas armas. Y los mejores expertos de la OTAN están coordinados desde Hoyo de Manzanares, Madrid. Allí se encuentra un centro de Excelencia de la Alianza Atlántica desde el que se estudian los ataques con artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) que ahora vuelan también en drones.
Hacen un estudio y análisis global de los ataques, desde las redes terroristas que fabrican los artefactos a su desactivación. Pero van más allá: ponen en marcha lo aprendido mediante entrenamiento y formación a las fuerzas y cuerpos de seguridad de los países OTAN y de otros países con los que existen convenios de colaboración en la lucha contra estos artefactos. “Entrenamos a países que forman parte del Centro pero también a otros países”, cuenta el teniente coronel alemán Torsten Gottlieb. “Hay dos tipos de entrenamiento. Por un lado, los ‘mobile adviser teams’ (equipos móviles de adiestramiento) y cursos residenciales que hacemos aquí”, cuenta a este diario en una de las salas del COE situado en Hoyo de Manzanares.
El brigada Miguel Ángel Zamorano ha regresado hace un par de semanas de Irak. Es uno de los integrantes de la sección “Defeat the device” de este centro que viajó a base española “Gran Capitán” en Besmayah para entrenar a las fuerzas iraquíes en la desactivación de explosivos. En concreto, les impartieron “un curso de ‘Train the trainers’ y les enseñamos procedimientos remoción, de situación y de acercamiento a artefactos”, relata a Estrella Digital.
Irak es uno de los países con mayor actividad y, recientemente, de donde más información se obtiene gracias a la presencia de las tropas de la Coalición Internacional contra el Daesh. La colaboración con ellos es muy estrecha. “Con Irak tenemos muy buenas relaciones. En 2016, impartimos dos cursos en Jordania para apoyar los operadores desactivadores de explosivos iraquíes. Tratamos de enseñarles cómo emprender las misiones”, cuenta el comandante Gheorghe Dragos, de las Fuerzas Armadas de Rumanía, otro de los expertos que trabaja en el CIED.
En el COE C-IED cuentan con un laboratorio donde fabrican los artefactos del DAESH, cuyas instrucciones de fabricación difunden los terroristas por internet, y los prueban. “No siempre funcionan”, asegura el brigada Zamorano, pero el testeo realizado en Madrid les sirve para estar preparados ante los artefactos que se encuentran las fuerzas iraquíes en el terreno recuperado al Daesh, donde los terroristas han plagado cada rincón de IEDs.
La inteligencia sobre el terreno, fundamental
“Recientemente, el país del que más eventos recibimos información es Irak. El hecho de que los miembros de la Coalición estén trabajando muy duro en el país nos permite recabar mucha información”, explica el teniente coronel francés Belda. Esa información de Inteligencia es fundamental para combatirlos.
En la llamada sección “Attack the network” un grupo de especialistas de la Policía Nacional, Guardia Civil, Centro Nacional de Inteligencia y otras agencias internacionales intercambian y analizan información. “Tenemos enfoques diferentes y trabajamos juntos realizando juntos análisis de las redes que trabajan con estos IED”, explica una inspectora de la Policía Nacional, que no ha revelado su identidad por motivos de Seguridad. La “cooperación interagencias es fundamental”, indica.
“Se hacen análisis sobre la amenaza que se divulgan así como una serie de proyectos específicos para desarrollar herramientas que permitan desarrollar el trabajo en esa lucha, trabajo relacionado con lo que en terminología militar se llama ‘targeting’ y que está muy relacionado con Inteligencia, Información…”, explica el teniente coronel de la Guardia Civil Miguel Garijo, que también forma parte de esa sección.
Colaboración internacional
En el centro, creado por España en el año 2007, colaboran también la República Checa, Alemania, Francia, Hungría, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Estados Unidos y Suecia. Hasta el golpe de estado de julio de 2016 también formaba parte activa Turquía y Grecia está en proceso de adhesión. “Este centro de excelencia lo lidera España, pero en él participan otras 11 naciones. En resumen, es un grupo de expertos en la lucha contra los artefactos explosivos improvisados que da apoyos a la OTAN, a la UE, a la ONU y a cualquier otro tipo de organización, incluso agencias o industria privada”, indica el coronel Juan Enrique Gómez, jefe del COE C-IED.
La Alianza Atlántica decidió que España liderara este centro -pese a que otros países lo solicitaron- por la experiencia adquirida durante años por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en la lucha contra el grupo terrorista ETA, entre otros aspectos.
«La localización y la experiencia de la lucha contra ETA es uno de los puntos positivos de España para ser el país que acoge este centro. Además, en el Ejército de Tierra hay grandes profesionales que se han dedicado a la erradicación de este tipo de amenazas», relata el teniente coronel Carlos Rodríguez Sacristán, Oficial Ejecutivo del COE C-IED. Con ese bagaje inicial, España ha conseguido convertirse en uno de los centros desde los que expertos en terrorismo, inteligencia y desactivación de explosivos libran su guerra contra el Daesh.
Paula Pérez Cava