lunes, noviembre 25, 2024
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Reiki, terapia complementaria

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Respira suavemente, relájate, desconecta y déjate llevar…

Así comienza una sesión de reiki de la que el receptor espera salir con una sensación de bienestar y relajación. Pero, ¿Qué es el reiki exactamente? Es la técnica natural y complementaria a otros tratamientos que, por medio del manejo de la energía, puede ayudar a personas sanas o convalecientes de cualquier enfermedad a encontrarse mejor o a dejar malos hábitos.

“Reiki es una técnica que nos ayuda a restablecer o mejorar la propia energía, proporcionando una mejor salud a nivel físico, mental-emocional y espiritual. No podemos olvidar que los aspectos  físico, mental, emocional, espiritual y energético son una unidad y todo lo que afecte a uno de ellos, repercute en los otros. Como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es el bienestar físico, mental y social”, explica la doctora Paloma Lunquero, médico de familia en el Centro de Salud ‘Ciudad de los Periodistas’ de Madrid, y maestra de reiki en diferentes hospitales, como el Ramón y Cajal de Madrid.

Esta práctica milenaria, fue redescubierta por el maestro japonés Mikao Usui  en el siglo XIX, y sus enseñanzas pasaron de oriente a occidente, donde en muchos países se cuenta con el reiki como parte fundamental de las terapias para enfermos de diferentes afecciones. Es el caso de los Estados Unidos, Suiza  o el Reino Unidos.

Cómo funciona

Mediante la imposición de manos en diferentes partes del cuerpo, principalmente en los siete chakras o puntos energéticos, se espera reequilibrar la energía vital del receptor. De acuerdo también con otras disciplinas como el Tai chi, la acupuntura o el yoga, al despertar, desbloquear o manejar esta energía, podemos mejorar, tanto nuestro estado de ánimo, como muchas funciones vitales de nuestro organismo.

 “El Reiki no cura, ni aconseja o desaconseja otras técnicas, pero es algo que abarca el aspecto emocional y mental, y a todos nos puede venir bien. Estimula nuestra propia capacidad curativa. No sirve para curar enfermedades, pero si ayuda a nuestro cuerpo, potenciando esa capacidad de curarnos y sintiéndonos mucho mejor  anímicamente”, apunta  John Curtin, Presidente de la Federación Española de Reiki.

Para Elena Taranco, joven estudiante de psicología, recibir reiki “relaja y proporciona una agradable sensación de bienestar”. “Me hace sentir que tengo capacidad para sentirme mejor. Es una filosofía de vida y lo vivo como una forma de autocuidado y de camino espiritual”, explica Elena, quien además de recibir reiki, está preparándose para poder ofrecérselo a otras personas.

Reiki en España

 Cada vez se conoce mejor esta terapia natural que “ayuda al cuerpo a practicar la autosanación actuando como una ‘aspirina energética”, según indica  el maestro británico Curtin, y desde hace unos años, encontramos muchos centros que ofrecen esta técnica a pacientes de áreas como oncología o cuidados paliativos, además de fundaciones que lo aplican en diferentes hospitales de la geografía española, como el Gregorio Marañón, Niño Jesús,  La Paz  o Ramón y Cajal de Madrid

El reiki no es una barita mágica, pero ayuda

 “El funcionamiento del Reiki, todavía  no se puede demostrar científicamente, pero sí sus resultados y hay muchos informes que lo demuestran”, dice Curtin.

El reiki puede ayudar a generar dopamina y endorfinas, y con ello a mejorar la actividad de nuestro sistema inmunitario y a reducir el dolor en muchos casos, según han demostrado diversos informes elaborados por diferentes hospitales y universidades de Canadá y de los Estados Unidos.

Simple relajación, placebo o realidad

Son muchos quienes tachan de inocuas o de ser puro placebo a las terapias naturales como el reiki. Placebo o no, lo cierto es que esta técnica parece estar funcionando para millones de personas en todo el mundo, equilibrando su energía o calmando su sufrimiento. El reiki no puede causar daño, ni tiene ningún efecto secundario, pero hay que tener en cuenta que es una técnica complementaria y no alternativa en el caso de enfermedades.  

Si tal y como dijo Albert Einstein, “El peligro más grande en la ciencia es una mente cerrada”, ¿Por qué no abrirnos a todo aquello que pueda mejorar nuestra salud física o mental sin perjudicarnos de ninguna manera?

 

Respira hondo,  relájate y reflexiona…

Marta de la Fuente

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