Los candidatos a la Secretaría General del PSOE se han volcado en su primer fin de semana de recogida de avales y, mientras que Susana Díaz remarcaba que «nadie» sobra en el PSOE, Pedro Sánchez y Patxi López, los dos en Cataluña, se han centrado en el debate abierto por el referéndum secesionista.
Elche (Alicante) y Albacete han sido los escenarios que ha elegido la presidenta andaluza, Susana Díaz, para hacer ests sábado campaña, con un mensaje claro de que no quiere ser «la secretaria general de los que ganen» sino de «todos los socialistas», porque en el PSOE que quiere construir «no sobra nadie».
Después de que los tres aspirantes a liderar el PSOE formalizaran esta semana sus precandidaturas, Díaz ha puesto en valor la «fuerza» de las primarias porque suponen una oportunidad «real», ha dicho, de levantar el partido para que vuelva a convertirse en una fuerza ganadora y volver a gobernar España. De manera insistente se ha referido a la necesidad de que el PSOE se mantenga unido al tiempo que ha advertido de que «no va a permitir» que los votos socialistas sirvan para entregar el partido «a nadie».
Una parte de su intervención la ha dedicado también al encarcelamiento ayer viernes del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González por su presunta gestión irregular del Canal de Isabel II, acontecimientos, ha dicho, que «avergüenzan a un país» al revelar «la relación turbia con las instituciones».
Desde Barcelona, su adversario Pedro Sánchez se ha centrado en defender que Cataluña sea reconocida como «nación» dentro de una España «nación de naciones», al ser la única vía para superar el «grave conflicto» territorial, y ha admitido sentirse identificado con la propuesta federalista del PSC.
También ha propuesto definir «una serie de reglas» para que salga «fortalecido» el autogobierno de Cataluña y ha animado a los partidos catalanistas a tumbar en el Congreso las leyes que «lesionan» la autonomía.
No ha escatimado críticas contra su principal rival, Susana Díez, y, aunque sin mencionarla expresamente, ha dicho que cuando ve algunas fotos no le queda ninguna duda de que el respeto al partido y el orgullo a la historia del PSOE «no son patrimonio» de las clases dirigentes sino de los afiliados.
Sánchez se ha defendido además de algunas acusaciones internas que le atribuyen querer «podemizar» el PSOE recordando que él puso una serie de condiciones a Pablo Iglesias para aceptar su apoyo, que no aceptó, mientras que otros «dieron la abstención gratis a Rajoy».
El caso Canal se ha colado igualmente en su intervención, ironizando sobre el hecho de que ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmara que «la gente del PP no se porta mal nunca». «No ha habido tanta gente buena en la cárcel como ahora. Lo extraño no es que vaya a declarar a la Audiencia Nacional, lo extraño es que sea presidente del Gobierno», ha aseverado.
Por su parte, Patxi López ha hecho campaña también en Cataluña, en su caso en Tarragona y Lleida, para recoger ese 5% de avales necesarios (unos 9.000) para competir en las primarias del 21 de mayo y lo ha hecho con un mensaje contundente contra el referéndum en Cataluña al afirmar que una consulta «por encima de la legalidad» puede «fracturar» a los catalanes.
Pese a reconocer a Cataluña como «nación cultural», ha dicho que ese «no es el debate de verdad», contestando así a la propuesta de Pedro Sánchez. «España, antes que ser de nación de naciones, es un pacto de ciudadanos libres que define la convivencia de distintos con derechos iguales. Por eso busco un pacto de distintos, la definición es relativa», ha dicho.
Al igual que sus contrincantes, el exlehendakari ha hecho hincapié en el «problema brutal» de corrupción en el PP, y mientras había mucha gente «sacrificándose en este país, ellos saqueaban los recursos públicos».
EFE