Tras el golpe de efecto de casi empatar en avales con Susana Díaz, Pedro Sánchez ha dado hoy otro giro a las primarias y ha propuesto a Patxi López unirse a su candidatura, lo que no ha sentado nada bien al exlehendakari: «mi candidatura no se va retirar. No voy a hacer apaños ni pactos oscuros», ha respondido.
La contundencia de López y la solemnidad con la que ha prometido que irá hasta el final -«solo tengo una palabra, la comprometí y empeñé para que mi nombre estuviera en la papeleta»- reflejan no solo que el acuerdo no es posible, sino que el exlehendakari no ha creído desde el primero momento que la oferta de Sánchez fuera sincera.
«Quiero hoy desde aquí tender la mano a Patxi López, con todo respeto y humildad. Para mí y para nosotros sería un honor, un orgullo, compartir camino para hacer del PSOE un partido creíble, coherente, abierto a la participación de la militancia», ha dicho Sánchez en un acto en Alcalá de los Gazules (Cádiz).
Pronunciadas esas palabras, su equipo ha desplegado toda una estrategia de presión hacia López, al que han pedido que «reflexione», porque «muchos militantes» les están asegurado que, «aunque han avalado a Patxi, van a votar a Pedro, con independencia de lo que hagan los cargos orgánicos del partido».
Los 'sanchistas' creen que la «debilidad» de la candidatura de López que reflejan los avales aboca a éste a llegar a un acuerdo con Sánchez «sobre programa, más que sobre candidato», recalcan, tras apuntar que si Patxi López no accede a dialogar «parecerá que su candidatura es una cuestión personal».
EFE