En tiempos en que las sensibilidades están a flor de piel y la rivalidad se masca tras el final de Liga, la presidenta de la Comunidad de Madrid y la alcaldesa de la capital estaban siendo señaladas por la afición del Atlético de Madrid por discriminación contra las mujeres. La razón, que ambas políticas se aprestaron a recibir al Real madrid, campeón de Liga masculino, menos de 12 horas después de su victoria. Pero Madrid también tiene otro campeón de Liga, el femenino, el Atlético de Madrid. El fútbol femenino no ha encontrado agenda hasta cuatro días después de la victoria en Liga del Atlético de Madrid para ser recibidas por las autoridades. Las campeonas colchoneras tendrán su recepción este miércoles.
Tampoco ayudó mucho el entusiasmo merengue de Cristina Cifuentes, que no solo se puso la camiseta blanca, sino que derrochó parabienes, elogios, se besó con Florentino Pérez y auguró que la Champions volaría a madrid de nuevo en dos semanas. “Es una clara discriminación contra la mujer”, clamaban las redes sociales de corte rojiblanco. El club del manzanares logró su primer título de liga femenino este sábado, tras una dura pugna con la Real Sociedad de San Sebastián. Las heroínas colchoneras fueron parte del sentido homenaje que se dio la afición atlética en la despedida del Calderón, este pasado domingo. Pero nadie se acordó en las instituciones madrileñas –presididas por dos mujeres, Cifuentes y Carmena– de arropar y recibir a estas deportistas. Y no está la cosa, con asesinatos de género, alevosas discriminaciones machistas, y también, tras la dura semifinal de Champions y los repetidos choques en la máxima competición de clubes del mundo entre Real Madrid y Atlético, como para descuidos.
Lo cierto es que el Ayuntamiento de Madrid, poco dado a estas fiestas, cortó con celeridad el tráfico en Cibeles y facilitó la fiesta de los ‘merenges’. Carmena recibió como obsequio una camiseta del Real Madrid con el nombre de Carmena y el número 1, en un alarde de imaginación del club de Florentino Pérez. Precisamente la complicidad del poderoso constructor con Cristina Cifuentes produjo todo un runrún pícaro entre la primera plantilla del Real Madrid en la recepción en la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid.
El fútbol femenino ha experimentado un espectacular avance en España en los últimos años. La Liga ha conseguido casi profesionalizarse y la selección española ya ha competido en su primer Mundial. Sin embargo, a las mujeres les cuesta salvar el muro tras el que se refugian algunos de los machismos más típicos de la sociedad española. De hecho, al fútbol femenino se le llama de «féminas», en un claro anacronismo. La recepción de la hinchada rojiblanca a sus campeonas y la importante presencia de espectadores en sus partidos, son un paso adelante, que se iba a truncar por una disvriminación con el todopoderoso Real Madrid masculino.
Se puede decir, parafraseando al mundo del fútbol, que Cifuentes y Carmena se han salvado de la acusación de discriminación contra las mujeres deportistas con una recepción en el minuto 93.
Redacción