miércoles, octubre 2, 2024
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Todos satisfechos, menos Pablo Iglesias

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La moción de censura de Pablo Iglesias contra Mariano Rajoy ha resultado un éxito para todos, menos para quien la presentó. Pablo Iglesias no ha conseguido el apoyo mayoritario de la Cámara Baja para tumbar a Mariano Rajoy y convertirse en presidente del Gobierno, algo que ya previsto, pero con lo que quizá no contaba es con conseguir el efecto contrario. La figura del presidente del Gobierno, que mantuvo su estrategia oculta hasta el crítico momento en el que salió a la tribuna de oradores, ha salido reforzado del debate parlamentario, según han presumido desde el PP y han criticado tanto PSOE como Ciudadanos.

Mariano Rajoy se había preparado a conciencia el debate y su discurso y estrategia epataron a propios y extraños, tanto que aún en el segundo día de debate, Iglesias le echaba en cara haberle respondido a su portavoz parlamentaria, Irene Montero, con un discurso preparado para Iglesias. El presidente siguió comedido y se ha permitido el lujo de no acudir a la continuación de la sesión en la que se debatía su moción, después de unas 11 horas el martes. “No podemos tener a todo el Gobierno 48 horas sentado por una moción que no saldrá adelante” y menos, al presidente, ha explicado el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. “Rajoy tenía dos opciones: o dedicarse a Pablo Iglesias o a los 46 millones de españoles”, insistía Ayllón en los pasillos de la Cámara Baja.

Desde el PP tienen claro que “el Gobierno sale mejor que estaba” y el presidente “muy reforzado”. “Ha sido la demostración de que no hay alternativa a Rajoy”, decían fuentes del Ejecutivo cuando aún no había terminado el debate. Además, esas mismas fuentes insisten en que la derrota de Pablo Iglesias llega tras un debate “que era necesario”. “Por fin se ha producido un debate en seriedad contra el populismo y la forma de ver la democracia”, algo que Rajoy ha aprovechado para sacar pecho y resituarse tras un rosario de casos de corrupción que han ido aflorando en los últimos meses -y que se han tornado en los argumentos fundamentales de Podemos durante las largas jornadas de discurso en el Hemiciclo-.

“El populismo de tribuna” también ha sido criticado desde el Gobierno. “Ha hecho un uso instrumental de la tribuna y ha perdido”, criticaban esas fuentes. “Las sobreactuaciones no funcionan en el Parlamento como en otros lugares. “Si tuviera tantas ideas como aplausos, al país le iría mucho mejor”, afeaban altos cargos del Gobierno ante la actitud de la bancada morada. En cualquier caso, “Iglesias no será presidente, ni hoy ni nunca”, parafraseaban al presidente esas voces ‘populares’. Y la bancada se ha contagiado de ese sabor a victoria. Exultantes, los diputados del PP han jaleado a su portavoz parlamentario, Rafael Hernando, que ha terminado su discurso con un juego de palabras que ha irritado a las filas moradas. «Hay quien dice que estuvo mejor la señora Montero que usted, pero no seré yo quien diga esto, porque no sé qué voy a provocar en esa relación», ha espetado al candidato a presidente en la moción y la portavoz de Unidos Podemos. 

Unidos Podemos se ha puesto tanto en la diana que el propio PP se ha olvidado de sus otros adversarios. El discurso del nuevo portavoz del PSOE, José Luis Ábalos, ha tenido apuntes positivos para los ‘populares’, pese a que en un principio había escepticismo sobre la postura que adoptaría el equipo del recién elegido secretario general, Pedro Sánchez. “Se ha demostrado que los partidos constitucionalistas tenemos la misma postura sobre Cataluña”, lo que ha reforzado esa vía. “Ya existía interlocución entre los tres partidos [PP, PSOE y Ciudadanos], pero tras el debate esa vía ha quedado consolidada”, han explicado esas fuentes.

De hecho, los ‘populares’ han elogiado algunas partes del discurso de Ábalos -a excepción de la parte de crítica al Ejecutivo-. Ha sido precisamente la parte dedicada a Cataluña, en la que el portavoz socialista ha defendido la postura del “nuevo PSOE” la que han elogiado fuentes del Gobierno. “No entendemos Cataluña sin España, ni España sin Cataluña”, ha sentenciado el diputado por Valencia, que se configura como el próximo secretario de Organización del PSOE.

Ábalos ha superado “las expectativas”

La intervención de Ábalos en su turno durante la moción también ha sido bien recibida entre los suyos, ‘susanistas’ incluidos. La expectación que había ante su discurso en la Cámara, el primero tras el cambio de rumbo en el PSOE con la elección de Sánchez como líder, no ha defraudado. “Ha repartido muy bien a un lado y a otro, sin perder el diálogo”, ha explicado un miembro del PSOE cercano a Pedro Sánchez.

Ábalos ha defendido que el Gobierno “merece un correctivo” y, de hecho, ha anunciado que pedirán la reprobación del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, después de que el Tribunal Constitucional haya tirado por tierra la amnistía fiscal de 2012. E, incluso, ha ido más allá, cuando ha acusado al Ejecutivo de utilizar las “instituciones para proteger a los corruptos”, una idea que ha recogido Iglesias.

Así, el nuevo portavoz ha conseguido situarse en un punto intermedio entre el intento de volver a ser el azote del Gobierno, criticar la inoportunidad de la moción de censura en estos momentos y desmontar la tesis buenista de Podemos de que les tienden la mano. Ábalos ha leído una parte del argumentario del partido de Iglesias: “Análisis de marcos y coyunturas. Éramos pocos y llegó Sánchez”, un documento en el que se diseña la estrategia del partido tras la victoria del secretario general y reivindica la necesidad de “seguir al frente de la ola de indignación”.

La intervención de Ábalos ha servido para tranquilizar al Grupo Parlamentario, a apenas dos días de Congreso Federal del PSOE en el que se consolidará la nueva dirección socialista. “Había mucha expectación y temor”, explicaba un socialista no afín al repetidor secretario general, pero “ha cubierto y mejorado las expectativas. Transmite muy bien”.

Así, Iglesias ha conseguido disparar a Rajoy, que se ha permitido el lujo de diseñar una estrategia con el factor sorpresa como arma fundamental, y abrir buen camino al nuevo equipo socialista, que no sólo ha gustado internamente sino que ha recibido elogios de los ‘populares’ y del propio Iglesias que, con condescendencia, ha asegurado que “entiende sus dificultades”. Aun así, la respuesta de Ábalos ha dejado una puerta abierta al futuro. «Recojo el guante, estamos dispuestos a construir una mayoría alternativa para desmontar las políticas injustas del PP y pedir las reformas justas que reclama la sociedad», le ha dicho desde la tribuna. 

Paula Pérez Cava

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