Una mujer caminaba por la calle de Arzobispo Morcillo, cerca del Hospital La Paz de Madrid, bien entrada la noche, cuando un hombre encapuchado aparecía por detrás de ella y, a punta de pistola, la amordazó y la metió en el interior de su coche. Esta fue trasladada a una vivienda donde fue violada. Otras tres mujeres fueron víctimas de este ataque durante los meses de abril y mayo. En los últimos días, la policía ha detenido e identificado al agresor y la sorpresa ha sido mayúscula cuando han descubierto que el apodado ‘violador de La Paz’ era también ‘el violador del ascensor’.
Pedro Luis Gallego, más conocido como ‘el violador del ascensor’, ingresó en prisión en 1992 tras ser acusado de 18 agresiones sexuales y del asesinato Leticia Lebrato, de 17 años, y de Marta Obregón, de 19 años. En total, fue condenado a 273 años de cárcel. Anteriormente, había entrado y salido de prisión continuamente tras cometer varias violaciones. Sin embargo, a pesar de esta larga condena, Gallego salió de la prisión de Alcalá-Meco el 14 de noviembre de 2013 tras la derogación de la doctrina Parot.
Gallego no quiso formar parte de ningún programa de rehabilitación durante su estancia en prisión y, aunque su abogado no interpusiera ningún recurso para beneficiarse así de la doctrina Parot, fue puesto en libertad gracias a esta.
Por aquel entonces, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, declaró que no se atrevía a garantizar “el cien por cien” que los violadores que estaban siendo excarcelados no reincidieran. Finalmente, la Policía Nacional ha vuelto a detener a Pedro Luis Gallego acusado, otra vez, de varios presuntos delitos de agresiones sexuales y han puesto cara al ‘violador de La Paz’.
Sin embargo, la reincidencia de Gallego como consecuencia de la derogación de la doctrina Parot no es la primera que se da ya que desde que en 2013 fueran liberados un gran número de presos, ya han sido varios los excarcelados que han vuelto a reincidir en este tipo de delitos. Ante esta situación, tanto las víctimas como las fuerzas de seguridad se muestran preocupados.
Los reincidentes
Dentro del grupo de presos liberados se encontraban varios violadores que en los últimos años han vuelto a ingresar en prisión, a los que se une Gallego. Sin embargo, Félix Vidal Anido, el ‘violador del estilete’; Joaquín Villalón Díez, ‘el asesino señorito’, Pablo García Ribaldo, ‘el violador del portal’ y Antonio García Carbonell, son otros cuatro presos que cumplieron condena por delitos de agresiones sexuales y que fueron detenidos unos años después de ser liberados tras la derogación de la misma doctrina que puso en libertad al ‘violador del ascensor’ reconvertido en el ‘violador de La Paz’.
Uno de los casos más llamativos, por la gravedad de sus delitos, es el de Pablo Manuel García Ribado, más conocido como ‘el violador del portal’, condenado en 1996 a 1.721 años, dos meses y 15 días de prisión. Este llevaba a sus espaldas 74 delitos de violaciones, seis agresiones sexuales, diez robos y dos delitos de lesiones. Dos décadas después, Ribado fue excarcelado aunque en 2014, tan solo unos meses después de salir de prisión, volvería a ser detenido por presuntos delitos sexuales tras hacerse pasar por fisioterapeuta a domicilio.
Esta misma línea siguió ‘el violador del estilete’, Félix Vidal Anido, arrestado por la Policía en abril del 2014 por intentar agredir a una mujer en Lugo. Había pasado 32 años en prisión de los 70 a los que fue condenado tras ser acusado de violar a 54 mujeres e intentar matar a una de ellas.
Al igual que los anteriores, Joaquín Villalón Díez y Antonio García Carbonell fueron detenidos hace unos años tras haber sido liberados en 2013. El primero de ellos, apodado ‘el asesino señorito’, fue condenado en 1981 y condenado a 52 años de prisión por descuartizar a su amante y asesinar a dos transexuales; mientras que Carbonell, hasta la fecha el último el último “violador reincidente detenido”, fue arrestado en 2015 por su vinculación con el crimen de una mujer de 75 años cometido en Cabanes (Girona) en febrero de 2014. Este había cumplido 18 años de cárcel cuando fue puesto en libertad tras ser acusado de cometer varias violaciones y otros delitos sexuales.
El último en entrar en prisión ha sido Gallego al que se le acusa de cuatro violaciones cometidas en las cercanías del Hospital Universitario La Paz de Madrid que, finalmente, pondrá fin a estos últimos meses de horror de todos aquellos que pasaban por la calle de Arzobispo Morcillo pasadas las nueve de la noche.
Andrea Morea