lunes, noviembre 25, 2024
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Iván Fandiño: «Que se den prisa porque me estoy muriendo»

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«Que se den prisa en llevarme al hospital porque me estoy muriendo». Estas fueron las últimas palabras que pronunció Iván Fandiño antes de fallecer finalmente en el trayecto en ambulancia desde la ciudad francesa de Aire Sur L'Adour al hospital «Layné» de Mont de Marsan. El torero fue corneado por un toro mientras toreaba en Francia tras quedar en el suelo al tropezar con el capote. Pese a que logró levantarse, el toro le siguió, volvió a derribarle, momento que el animal aprovechó para meterle el pitón por el costado derecho.
Una cornada de 15 centímetros que afectó a órganos vitales, entre ellos el pulmón, indicaron a Efe fuentes oficiales.

A toda prisa fue conducido a la enfermería por las cuadrillas y compañeros, a uno de los cuales, el francés Thomas Dufau, pronunció Fandiño sus últimas palabras. El diestro estuvo más de una hora en la enfermería y no fue trasladado al hospital hasta que finalizó la corrida.

Durante ese largo tiempo, los doctores que le supervisaron en un primer momento, muy preocupados al no conocer todavía el alcance de la cornada, decidieron sedarle por completo, pues, según palabras de los propios galenos al apoderado de Juan del Álamo, Rui Bento Vasques, que accedió a la enfermería para interesarse por su estado de salud, el diestro pegaba «auténticos alaridos de dolor».

Después del festejo fue trasladado en ambulancia para recorrer los 33 kilómetros que separan las ciudades francesas de Aire Sur L'Adour y Mont de Marsan, pero Fandiño entró en el hospital «clínicamente muerto», según declaraciones al mismo diario del cirujano que lo asistió en el hospital «Layné».

Fandiño era el más veterano de los componentes del cartel en la corrida de feria, que compartía con el torero local Thomas Dufau, nacido en Mont-de-Marsans, y con el torero de la ciudad española de Ciudad Rodrigo Juan del Álamo.

El diestro de Orduña (Vizcaya) había cortado una oreja en su primero en una faena muy aplaudida por una plaza que mostraba tres cuartos de entrada.

Fandiño, un torero vasco criado en una familia sin tradición taurina

Fandiño se vistió por primera vez con el traje de luces en Álava y, a pesar de no haberse criado en una familia con tradición torera, se aficionó este mundo con tan solo 14 años. En las 34 corridas que disputó el año pasado, consiguió 34 orejas y tres rabos. 

La muerte de este joven vasco, veterano pero con poco suerte a lo largo de su carrera, ha sorprendido a todos los aficionados de las corridas. Sobre todo al ocurrir en un periodo en el que toreo vive una época de auge en España. De hecho, cada vez más las corridas se hacen con mayor control y rigor para asegurar la seguridad de los toreros.

El diestro se convierte en el segundo torero muerto en una corrida de toros en este siglo y su muerte recuerda a la de Francisco Rivera «Paquirri», que también falleció en la ambulancia que le trasladaba de Pozoblanco a Córdoba, en el sur de España.

Los restos mortales del torero Iván Fandiño van a ser trasladados a lo largo del día de hoy al tanatorio de Amurrio (Álava), donde será velado, para posteriormente ser incinerado en su localidad natal, Orduña (Vizcaya).

Redacción

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