Francisco Granados, exconsejero de la Comunidad de Madrid y principal encausado por la ‘Operación Púnica’ ha asegurado que los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Ciivl están “llenos de falsedades”. A lo largo de una entrevista mantenida en el programa ‘La Marimorena’ de 13TV por Carlos Cuesta, Alfonso Rojo y Libertad Martínez, adjunta a la dirección de Estrella Digital, el político, recién salido de prisión, dice que no ha llegado a ningún pacto con la Justicia y que en consecuencia no va a ajustar cuentas, porque “no hay manta de la que tirar”. «Jamás, jamás, traicionaré a mi partido”, ha dicho con rotundidad y a borde de las lágrimas. “Si Dios me da fuerzas no solo voy a desmontar todo esto, sino que voy a pedir responsabilidades”, ha continuado.
En la larga entrevista, Granados ha ido desmontando algunas de las informaciones derivadas del inmenso sumario –aún ha partes secretas, cuatro años después de la operación policial–, singularmente las relacionadas con sus presuntas recalificaciones a cambio de comisiones. Del mismo modo, ha afirmado que “nunca tuvo responsabilidades ni competencias en educación”, para desmentir el cobro de comisiones por la adjudicación de colegios concertados: “Es que eso ni siquiera está en el Sumario y lo ha publicado un periódico, ABC, que no ha pedido perdón por ello”.
A pregunta de Libertad Martínez sobre su relación con el empresario, también imputado, David Marjaliza, Granados ha asegurado que “nunca he sido socio de Marjaliza. Nunca he tenido una empresa, hasta pocos días antes de que me detuvieran, cuando hice una con mi familia”. Marjaliza, según el exconsejero Granados, “miente como si no hubiera un mañana”, para así “lograr beneficios judiciales”. “Marjaliza y yo nos llevamos bien en ciertas fases y en otras muy mal. No es mi amigo del alma”.
Sobre el millón encontrado en un altillo en casa de sus suegros, sostiene que “ése es el dinero que me traje de Suiza. Un dinero anterior a mi entrada en la política, de cuando trabajaba en un banco. El único dinero –que no es poco– que he tenido fuera y que me traje a España, lo fui transfiriendo. Coinciden las cifras, un millón trescientos mil euros. No me acogí a ninguna amnistía fiscal, eso también es falso”. “Las comisiones rogatorias lo confirman y el apoderado de es banco lo confirmará, que todo es anterior a mi entrada en la política”, ha afirmado.
Granados se ha mostrado firme y sólido durante la entrevista: “Algunos hubieran querido que hubiera salido derrumbado, destruido físicamente y derrotado. Pues no. Me voy a defender hasta el final”, ha señalado. El exconsejero ha estado dos años y ocho meses en la cárcel de Estremera cumpliendo una pena preventiva, ya que ni siquiera ha terminado aún la instrucción del caso. Profundamente crítico con la instrucción, fiscales y los agentes de la UCO, Granados dice que se le ha mantenido en prisión con la excusa de “un patrimonio oculto que no tengo”. En ese sentido ha contado cómo un recibo de una tarjeta de crédito American Express –“que tengo desde que trabajaba en el banco”– de 120 euros ha sido utilizado para aventurar que dispone de un patrimonio de 8 millones en Miami: “Es falso”. “Han sido 16 horas en la celda, 8 tirado en un patio, cada día. Así 1.000 días, uno encima del otro. Hay que vivirlo”, ha dicho.
Sobre los informes de la UCO ha denunciado una doble vara de medir en el caso de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes: “Sus informes son falsos e inconsistentes, y los míos no”. Granados se siente víctima de “informes falsos, opinativos y especulativos” de la Guardia Civil, “encaminados a meterme en cada una de las piezas de esto que se llama Púnica”. También se ha mostrado indignado por las “filtraciones interesadas, planificadas, en momentos muy concretos, que son de libro y solo pueden venir de la Guardia Civil, la Fiscalía o la judicatura”. “Mientras a mi me piden tres años de cárcel por revelación de secretos, por una llamada de teléfono explicando a Marjaliza que había oído algo raro”. “Me han dado la vuelta a 30 años de mi vida”.
F. de Castro