Pedro Sánchez ha vuelto al Congreso por primera vez desde que dejó su acta, hace casi ocho meses. El nuevo secretario general ha reunido al completo a su grupo parlamentario –diputados, senadores y eurodiputados- después de haber sido proclamado este domingo tras el 39 Congreso Federal del partido.
El líder socialista ha saludado uno por uno a todos los parlamentarios del PSOE, cuya mayoría no se corresponde a la llamada línea ‘sanchista’, y les ha anunciado la primera medida que tratará de poner en marcha: un plan de “rescate para la gente joven de nuestro país”.
Es la primera iniciativa que quiere poner en marcha en la llamada “mesa de coordinación parlamentaria”, la “mesa del cambio”, en la que intentará sentar a los líderes de Podemos y Ciudadanos para echar abajo las políticas del PP. “La prioridad es cambiar a este gobierno y sus políticas”, ha dicho a los representantes socialistas en las cámaras legislativas. “Hay que definir un programa de abajo a arriba para avanzar en el cambio político de este país”, una idea que ya anunció en su discurso de proclamación de este domingo.
Sánchez ha anunciado que “esta misma semana” llamará a los líderes de Podemos y Ciudadanos reunirse la próxima semana, “juntos o separados, imagino que como ellos quieran”, ha dicho el líder socialista, consciente de la difícil tarea en la que se embarca con una iniciativa como esta. Aun así, Sánchez tiene esperanzas de que su iniciativa pueda tener un futuro. “¿Cuántos metros podemos caminar juntos?”, ha preguntado a sus parlamentarios. “¿Llegaremos juntos a la Moncloa? Lo importante es que hagamos ese camino juntos”, ha sentenciado.
La respuesta desde Ciudadanos no se ha hecho esperar y, precisamente, ese es uno de los flancos por los que ha atacado el líder de la formación naranja, Albert Rivera, que también ha comparecido en el Congreso en la reunión de su grupo parlamentario. «No vamos a entrar en el bucle de Pedro Sánchez«, ha dicho el líder de la formación naranja. «Hay algunos que han renunciado al escaño y no pueden trabajar en el parlamento», le ha recordado Rivera y ha insistido en que les «dejen trabajar». «Le pediría a Pedro Sánchez que si quiere cambiar sus políticas, se sume a nuestras líneas de trabajo», le ha dicho y ha enarbolado a los suyos como «catalizadores de las reformas».
El líder socialista pondrá en marcha esa iniciativa desde fuera del Parlamento. Su renuncia al acta el 29 de octubre, tras meditar que no podía abstenerse a la investidura de Mariano Rajoy pero tampoco incumplir la disciplina de partido, le dejó fuera de las instituciones, con lo que dirigirá la estrategia desde Ferraz.
En esta primera reunión del grupo parlamentario, Sánchez ha presentado a la nueva dirección del Grupo Parlamentario, una puesta de largo que su antiguo portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, ha visto de lejos, desde las filas de atrás de la Sala Ernest Lluch de la Cámara Baja. Margarita Robles, como portavoz en el Congreso, ha sido la encargada de presentar el acto. Sánchez ha estado escoltado por la dirección del partido, con la presidenta Cristina Narbona; la número 'dos' en el partido y también en el Parlamento, Adriana Lastra; el secretario de Organización,
Único enemigo, el PP
Sánchez ha insistido en tender la mano a Podemos y Ciudadanos con la “mesa de coordinación parlamentaria” que anunció este domingo, el primer paso dentro para llevar a cabo la “oposición de Estado” contra el PP, a quien ha vuelto a señalar como su único enemigo. “Nuestro destino es la Moncloa”, ha dicho y quiere fijar ese rumbo con la reivindicación de ser la “izquierda de Gobierno”.
El nuevo líder socialista ha tenido también palabras para Mariano Rajoy, que este lunes pedía “moderación”. Sánchez ha pedido “decencia”. “Más allá de la amnistía fiscal no podemos olvidar lo importante: que hay un gobierno q ampara la corrupción”, ha dicho el nuevo secretario general.
Paula Pérez Cava