“Quiere arrasar con todo e imponer a los suyos”. Así resume un socialista las intenciones de Pedro Sánchez con su vuelta a la secretaría general del PSOE. Los órganos federales del partido ya han sido renovados y no ha quedado ni rastro de cargos y referentes socialistas no afines a Sánchez en la Ejecutiva, donde las históricas cuotas utilizadas para compensar el poder regional en esa dirección federal han saltado por los aires.
Tampoco se ha seguido la ‘norma no escrita’ en el Comité Federal. En este órgano, el máximo del partido entre congresos, se han concentrado históricamente excargos de relevancia en Ferraz, pero Sánchez tampoco ha respetado esa costumbre. Cargos socialistas con un peso histórico en el partido -y que aún tienen responsabilidades-, han quedado fuera de ese órgano. Desde los ex vicesecretarios generales del PSOE, Pepe Blanco (ahora exministro y eurodiputado) y Elena Valenciano (eurodiputada) a los diputados Eduardo Madina y Antonio Hernando pasando por otros históricos también en activo como el senador y ex secretario de Organización Marcelino Iglesias o José María Barreda y Cipriá Ciscar. “Estamos cambiando las costumbres del partido”, decía un miembro de la dirección socialista estos días, con la justificación, en todo caso, de que se hace para satisfacer las demandas de la militancia.
Finalizado el ansiado Congreso Federal en el que Sánchez ha diseñado un PSOE a su medida, comienzan a llegar con cuentagotas los congresos regionales, donde muchos creen que los socialistas continuarán batiéndose el cobre. La posición oficial de la Ejecutiva es “dejar hablar a la militancia” y no intervenir en los procesos, ni apoyando ni frenando ninguna candidatura. “Cosa distinta es que en los procesos orgánicos surjan otros candidatos. No vamos a cercenarlas ni a impedir que se presenten”, dijo en su primera rueda de prensa el portavoz de la nueva Ejecutiva, Óscar Puente.
Los 'barones', a «gobernar en su tierra»
Este mismo martes, Puente ha dejado clara la postura de Sánchez respecto de los conocidos como ‘barones’ socialistas. “El PSOE nunca ha sido un partido de ‘barones’”, ha dicho el portavoz, que ha considerado cerrada una época. “Ha sido un paréntesis que se ha producido de un tiempo a esta parte y que se cerró el domingo”, ha indicado el portavoz, y “había que corregirlo con una dirección federal más homogénea”.
Además, ha fijado los límites a los líderes territoriales: “Las pautas y las estrategias políticas de España las marca la Ejecutiva Federal y los territorios, dentro de sus particularidades, aportan cosas y las desarrollan pero no son los que marcan la pauta”. El papel de los dirigentes territoriales es “gobernar en su tierra”, que “no es poco”, ha zanjado el portavoz.
Pero también ha lanzado una advertencia a aquellos que quieran continuar. Los líderes que no han apoyado a Pedro Sánchez tendrán que afinar su “capacidad de adaptación a lo que se ha decidido en el partido”, ya que de ella “depende sus expectativas de futuro”. “No es una cuestión de Pedro Sánchez”, se ha excusado, “es que los militantes han tomado una decisión y a muchos de ellos les han llevado la contraria, en algunos casos, muy contundentemente”, ha dicho en referencia a territorios como Valencia, donde el secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mostró su posicionamiento favorable a Susana Díaz y Sánchez arrasó en las primarias. “Si en Valencia o en Aragón o en donde sea surgen candidaturas alternativas, los militantes decidirán. Ni vamos a defender a un candidato ni vamos a defender a otro”, ha insistido.
De hecho, en las conversaciones que mantuvo Sánchez con los secretarios generales durante la tarde del sábado durante el Congreso, trasladó su intención de crear listas de consenso y transmitir “paz en las federaciones”, según explican fuentes cercanas a estas conversaciones. Sin embargo, Sánchez tiene aún pendientes varias reuniones con los actuales líderes territoriales para tratar la organización de los Congresos, cuyo desarrollo no está claro.
Las batallas regionales
Es, precisamente, en Valencia y Aragón donde más se rumorea que los ‘barones’ puedan ver cómo el poder orgánico se les escapa de las manos. En el caso de Javier Lambán, muy crítico con Sánchez, se apresuró a mostrar esa disposición a adaptarse justo después de las primarias, en las que Sánchez se impuso -aunque por un pequeño margen-. Pero la sombra de Susana Sumelzo, una de las diputadas fieles a Sánchez y que repite en su Ejecutiva, es alargada, y genera inquietud en las filas del PSOE aragonés.
Ella, por el momento, ni confirma ni desmiente, y aunque fuentes socialistas aseguran que la diputada “se quiere quedar en Madrid”, los de Lambán no se fían. Por eso, y aunque el presidente aragonés tampoco no ha confirmado su candidatura, se están armando de cara al congreso regional que se celebrará después del verano, para tratar de mantener el control de la ejecutiva autonómica y de las provinciales, según informa ABC.
En Valencia la guerra ha dejado de ser soterrada. Este lunes, Rafa García, alcalde de Burjassot, ha presentado su candidatura, que disputará a Ximo Puig, que también se ha ofrecido como opción para volver a liderar el PSPV. Pero el apoyo del nuevo aparato de Sánchez ha quedado de manifiesto con la incorporación del alcalde en la Ejecutiva, con lo que los de Puig se preparan para una lucha encarnizada. No en vano, estos dos presidentes autonómicos, que gobiernan con al apoyo de Podemos y Compromís respectivamente, no descartarían, incluso, convocar elecciones si pierden el liderazgo interno.
En otras comunidades, se da por hecho que los candidatos ‘sanchistas’ se impondrán con mayor facilidad, como Francisco Ocón, en La Rioja (en sustitución del otrora ‘número dos’ del líder socialista, César Luena); la diputada María González Veracruz, en Murcia o la también parlamentaria Pilar Cancela, en Galicia. Todo apunta a que también repetirán las partidarias de Sánchez en Baleares, Francina Armengol; en Cantabria, Eva Díaz Tezanos; en Castilla y León, Luis Tudanca y en Navarra, María Chivite. En el País Vasco continuará Idoia Mendia, que apoyó a Patxi López, lo que no generará controversias en la actual directiva, en la que López está integrado.
En Madrid, la cuestión no está clara. La batalla abierta entre distintas líneas de fieles a Sánchez y la propia Sara Hernández, partidaria de López en las primarias, no aclara cómo se mueven las piezas por el momento y si el secretario general terminará dando su apoyo a José Manuel Franco, el coordinador de Pedro Sánchez en Madrid, que ha lanzado insinuaciones sobre la posibilidad de presentarse. En cualquier caso, el congreso madrileño no está ni convocado.
La única resistencia ‘antisanchista’ asegurada
Por el momento, Andalucía parece ser la única región en la que se mantenga la resistencia contra Ferraz. Quizá por eso, la primera en apresurarse a asegurar su continuidad es Susana Díaz, que este lunes abría el plazo de presentación de avales para la celebración de unas primarias de cara al congreso regional e irse con tranquilidad de vacaciones.
Díaz no tiene rival ‘sanchista’ por el momento y tampoco ha querido dar opción a que se organice una estructura en su contra. Por el momento, solo se ha presentado un militante de Linares, Francisco Tirado, favorable a Sánchez, que no cuenta con el apoyo de la estructura de Ferraz.
Comienza así la nueva contienda en el PSOE, que puede reabrir en los territorios las heridas que el Congreso Federal no ha ayudado a cicatrizar.
Paula Pérez Cava