Este verano pasará a la historia como uno de los más calurosos en la historia. De hecho, en algunos lugares de España se han llegado a registrar temperaturas que no se veían desde hace 52 años, es decir, desde que comenzaron los registros. De hecho, el verano se adelantó y a mediados de mayo los termómetros llegaron a ascender hasta los 40 grados, algo nunca visto en este mes. A pesar de todo este calor y de los sudores que a más de uno le ha provocado una mala noche de sueño, las temperaturas irán descendiendo a partir del domingo aunque mañana sábado los termómetros seguirán como hasta ahora.
Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este fin de semana que entra llegará a España una depresión aislada en niveles altos que provocará tormentas y el descenso de las temperaturas. Sin embargo, a pesar de estas 'tormentas de verano' el calor seguirá presente en una gran parte de la Península. Los días de cierto alivio tras el final de la primera ola de calor de 2017 llegan a su fin.
La depresión del Ebro y la mayor parte del sur peninsular serán las zonas donde se sentirá de manera más sensible el calor sofocante, con temperaturas que se esperan que alcancen los 40 grados hasta el sábado, según ha informado la Aemet. Tal será el calor, que 28 provincias de doce comunidades permanecerán en alerta naranja. Las comunidades con provincias en alerta amarilla serán Cataluña, Aragón, Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
No serán las únicas regiones donde el calor dejará su sello. En el resto del interior peninsular, Baleares y Canarias las máximas oscilarán entre los 34 y los 37 grados, unos valores por encima de lo habitual para esta época del año. De esta manera, continúa la dinámica marcada durante la primavera y mantenida en las últimas semanas. Aemet informó ayer, en su habitual rueda de prensa estacional, que, hasta el momento, junio marca una temperatura media superior en tres grados a lo normal en este mes.
Verano anticipado
El pasado fin de semana Portugal registró temperaturas altísimas que dejaron tras sí un rosario de incendios catastróficos, como el que se dio en Pedrógão Grande que acabó con la vida de más de 60 personas. Entre el sábado y domingo, más de un tercio de las estaciones meteorológicas del servicio meteorológico nacional portugués, IPMA, midieron temperaturas superiores a los 40 grados.
Por su parte, en España la primavera de 2017 ha sido la más cálida desde que se iniciaron las observaciones. Entre marzo y mayo la temperatura media fue de 15,4 grados, un registro superior en 1,7 grados al promedio de este período. Si mayo fue extremadamente cálido, con una temperatura que sobrepasó el valor normal en 2,4 grados, junio tiene visos de ser histórico. Los últimos 20 días acumulan una anomalía positiva de más de 3 grados según la Agencia Estatal de Meteorología.
Sin embargo, la Península no es la única parte del mundo que está registrando temperaturas imposibles para estas fechas. Estados Unidos y la Unión Europea están viviendo también un verano anticipado. De hecho, hace unos días en Reino Unido se registraron 35 grados, algo sin precedente en esta época en el país.
Andrea Morea