El incendio forestal que afecta al parque natural de la Sierra Calderona y que se inició el pasado miércoles en el municipio valenciano de Gátova ha quemado ya 1.200 hectáreas, según la actualización de la superficie afectada efectuada a primera hora de este sábado. En total, afecta a los términos municipales de Gátova (Valencia) y los castellonenses de Segorbe, Altura y Soneja.
Más de 30 medios aéreos trabajan desde la salida del sol en las labores de extinción del fuego, que sigue activo y sin ser controlado, junto a más de 600 personas en tierra y 67 vehículos, ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) ha enviado cuatro aviones anfibios de 5.500 litros de capacidad de descarga para combatir las llamas. A primera hora de la mañana del sábado, seis medios aéreos se han incorporado a las labores de extinción.
Un helicóptero V-1 ha realizado también un reconocimiento de la zona, y la carretera CV-25 ha sido reabierta al tráfico a las dos de la madrugada, según las mismas fuentes que señalan que las condiciones meteorológicas están siendo favorables tras la lluvia caída esta mañana y el descenso de las temperaturas.
Son cuatro aviones anfibios Canadair, de 5.500 litros de capacidad de descarga, procedentes de las bases de Los Llanos (Albacete), Torrejón (Madrid), Pollensa (Baleares) y Zaragoza, según la información facilitada por el Mapama. El viento cambiante de poniente ha condicionado los trabajos de extinción.
Además de estos efectivos trabajan en este siniestro dos Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) enviadas por el Ministerio, con sus correspondientes helicópteros de transporte, equipados con un helibalde de 1.200 litros de capacidad de descarga. Las Brigadas salieron ayer viernes de sus bases en Prado de los Esquiladores (Cuenca) y Daroca (Zaragoza), según los datos del Ministerio.
La Comunitat Valenciana se encuentra este sábado en alerta por riesgo extremo de incendios en todo su territorio, mientras que el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, afirmó ayer viernes que el incendio no tiene un «perímetro claro» y cuenta con «diferentes puntos», después de que ayer jueves se agravara porque la meteorología fue «muy adversa».
Moragues ha manifestado a los periodistas tras presentar el refuerzo de la Guardia Civil para el Plan Turismo Seguro que las rachas muy fuertes de poniente, la temperatura alta y una humedad relativa muy baja provocaron ayer rebrotes del incendio en zonas donde ya se había acotado el perímetro de las llamas.
Las pavesas del propio incendio originaron un foco cerca la autovía A-23, a la altura del término de Soneja (Castellón), mientras que en la CV-25, que va de Gátova (Valencia) a Altura (Castellón), el fuego «sobrepasó» la carretera y hubo que reforzar los equipos y «retrasar las líneas de control», ha agregado. El delegado del Gobierno ha recordado que la Guardia Civil cortó la CV-25 desde que comenzó el incendio el pasado miércoles, y ha explicado que los agentes están «peinando la zona para que no haya pillaje» ni haya personas en los caminos próximos al incendio.
Sobre las causas del fuego, ha dicho que se siguen investigando, si bien se ha constatado que hubo una tormenta eléctrica a principios de esta semana en la zona, por lo que un rayo latente podría haber causado la combustión de un árbol y el consiguiente incendio.
Moragues ha destacado la colaboración del Ministerio de Agricultura en la extinción del incendio, con dos aviones anfibios con una capacidad de 5.500 litros, y la intervención de 170 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Por otras parte, el puerto de Sagunto (Valencia), que el jueves permaneció cerrado todo el día para que los hidroaviones se pudieran abastecer y se reabrió por la noche, se ha vuelto a cerrar a las diez de esta mañana para facilitar que los hidroaviones carguen agua, según informa la Autoridad Portuaria de Valencia.
EFE