Diez personas, de las que cinco son estadounidenses y dos francesas, han resultado heridas en el segundo encierro de los sanfermines, corrido este sábado en Pamplona, con toros de la ganadería de José Escolar, que han corneado a dos varones.
El subdirector de Urgencias y Hospitalización del Complejo Hospitalario, Tomás Belzunegui, ha informado en rueda de prensa en el pamplonés Complejo Hospitalario de Navarra, de que el herido más grave es un varón que ha sido alcanzado por el toro en la confluencia de la plaza del Ayuntamiento con la calle de Mercaderes.
Se trata de J.G., estadounidense de 22 años, ha presenta una herida por asta con desprendimiento de la piel del brazo izquierdo, quien esta mañana pasará a quirófano para limpieza y sutura.
El segundo herido por asta es B.H., 35 años y estadounidense, corneado en la cuesta de Santo Domingo en la región perianal y que se encuentra en pronóstico reservado.
Otro estadounidense, de 68 años, ha sido trasladado en estado menos grave con traumatismo dorsal, lesión que ha tenido lugar en la Bajada de Javier.
J.H., también estadounidense, de 35 años, ha ingresado en el hospital con una luxación en el hombro tras haber sido atendido en un primer momento en la enfermería de la plaza. Su pronóstico es menos grave.
Al hospital han sido trasladados también J.N.H., de Salamanca y varón de 27 años, con traumatismo pélvico y pronóstico reservado, y D.H.G., varón de 39 años de Madrid, con un traumatismo en el pie y pronóstico menos grave.
R.S.P., de Castellón y 33 años, ha sido trasladado también desde la plaza de toros por luxación en el hombro y pronóstico menos grave.
El principal problema del encierro lo causó un toro de la imprevisible ganadería abulense de José Escolar, que se quedó a pocos metros del corral en el que comienza el encierro, lo que ocasionó hoy una carrera muy larga, de cuatro minutos, pero muy emocionante.
La carrera ha repetido el patrón de los dos anteriores encierros de esta ganadería, que en su debut en 2015 ya vio cómo uno de los astados se negaba a seguir a sus hermanos y tuvo que ser trasladado después en camión desde lo corrales hasta la plaza de toros, mientras que el pasado año otro de sus bureles realizó, como hoy, su carrera en solitario tras volverse al inicio.
Mientras, sus hermanos habían alcanzado la mitad de la cuesta de Santo Domingo, punto donde un mozo ha resultado volteado y empitonado en el glúteo, sin que la manada perdiera su forma compacta.
Por la Plaza del Ayuntamiento la torada siguió su veloz marcha, que en la confluencia con Mercaderes se llevó por delante a otro mozo, el herido por asta de más gravedad, que ha sufrido una cornada en un brazo.
Algo más estirado el grupo, con cuatro de los bravos delante y un quinto alejado varios metros, saló de forma limpia la curva de Mercaderes, donde más evidente es la efectividad del líquido antideslizante que se vierte para esta función, y que ha facilitado que ninguno de los animales fuera al suelo pese a la velocidad y lo cerrado del giro.
Con limpieza, el grueso de la torada ha enfilado la calle Estafeta por la izquierda, a paso veloz pero sin problemas para los numerosos mozos que en una jornada de sábado se han acercado hasta Pamplona, donde las circunstancias les han facilitado disfrutar hoy especialmente.
Con cuatro toros por delante y el quinto algo más rezagado, la parte central de la calle Estafeta ha sido el camino para llegar hasta Telefónica, con momentos de peligro máximo y mucha emoción, y también con caídas de los mozos, pero sin que los toros hayan llegado a alcanzar a ninguno de ellos en estos tramos.
Así ha llegado hasta la plaza, donde el grupo de cinco toros se ha presentado en poco más de dos minutos y ha entrado sin problemas en chiqueros. Justo en ese momento el sexto toro, que hasta entonces continuaba indeciso en la puerta de los corrales de Santo Domingo, ha emprendido su particular encierro en solitario al decidir acompañar a los cabestros de cola, con los que ya ha recorrido todo el trazado sin dar ningún problema.
Redacción