Pedro Sánchez no ha perdonado. El secretario general cierra la temporada política con un PSOE sin fisuras que puedan volver a situarle al borde del precipicio. Se ha rodeado de sus fieles y no ha dado opción a quienes un día fueron sus más cercanos colaboradores. Esta es la “purguita”, como denominó a este proceso en tono de broma el nuevo secretario de Organización, José Luis Ábalos. No se han librado ex altos cargos institucionales ni del partido, pero tampoco su propia asistente en el Congreso de los Diputados, Angélica Navalón. El último capítulo de la limpia fue el de asistentes parlamentarios y otros asesores, como el director de comunicación del Grupo Parlamentario, Rodolfo Irago, y José Gallego, que se encargó de la comunicación de Susana Díaz durante las primarias.
El ejemplo más claro de la limpieza es el de César Luena, que pasó de ser su ‘número 3’ en el partido a un ostracismo progresivo que posiblemente culminará tras el congreso regional de La Rioja, de cuya federación Luena aún es secretario general. Muchos socialistas consideran la etapa del riojano como una de las más negras en Ferraz y muchos le acusan de ser la mano ejecutora de los cambios que realizó Sánchez como secretario general del PSOE: desde la creación de Gestoras en federaciones no controladas por afines a Sánchez hasta la colocación de la famosa urna en el Congreso Federal del 1 de octubre, la gota que colmó el vaso de la tensa reunión de los socialistas en Ferraz.
Luena fue uno de los primeros en distanciarse de Sánchez y, a la vez, atacar duramente a Susana Díaz, con lo que no le quedaron muchas más alternativas que esconderse a la sombra de la tercera vía que ofrecía Patxi López. Ahora, Luena ha quedado fuera del Comité Federal del PSOE, la Diputación Permanente del Congreso y su nombre no suena para repetir al frente del partido en La Rioja. De hecho, es su secretario de Organización y portavoz adjunto del Grupo Parlamentario socialista regional, Francisco Ocón, quien se presentará del lado oficialista. Ahora, también Ocón se pone de perfil con Luena. Su periodo al frente de la secretaría de Organización del PSOE “trajo cosas buenas, pero también alguna disfunción», decía Ocón, según recoge La Rioja.com.
La mano derecha de Sánchez en la anterior etapa ha corrido mejor suerte y no le ha hecho pagar toda la cuenta. Antonio Hernando, que también ha sido apartado de la dirección del PSOE y del Grupo Parlamentario, tendrá una portavocía en el Congreso, pese a haber encarnado la posición de la Gestora con la abstención del PSOE a la investidura de Rajoy. Los antiguos vínculos personales han podido tener un peso en la decisión de Sánchez de no condenarle a ser un diputado raso.
Fuera del PSOE tras lanzarle a primera plana
Otra de las ausencias más significativas es la de la persona que le lanzó mediáticamente durante su primera etapa al frente del PSOE. La experta en comunicación Verónica Fumanal fue la artífice de la aparición de Sánchez en programas como ‘El Hormiguero’ o ‘Sálvame’, con una estrategia para dar a conocer a un diputado que hasta entonces había pasado inadvertido incluso en los pasillos del Congreso.
Fumanal se convirtió en la directora de comunicación de Sánchez, no del PSOE, pero su sueldo corría a cuenta de los presupuestos del Congreso de los Diputados, ya que fue incluida como asesora parlamentaria. Consiguió que Sánchez tuviera un importante impacto también después de su ‘lanzamiento mediático’. Tras la salida de Sánchez de Ferraz, la experta en comunicación, que también asesoró a Albert Rivera en sus comienzos en la política catalana, salió del PSOE y continuó su camino por su cuenta. Ha sido poco después de la ‘rentrée’ de Sánchez a Ferraz cuando ha comenzado a colaborar con un programa de Telecinco.
aquí el programa de hoy… https://t.co/Xp9q8QEW1w @elprogramadear @telecincoes pic.twitter.com/s0KTn7VDBO
— Verónica Fumanal (@veronicafumanal) 11 de julio de 2017
Resistencia en la Mesa del Congreso
Pero la eliminación de todo rastro de resistencia interna se ha convertido en un hueso duro de roer en la Mesa del Congreso, donde Micaela Navarro y Juan Luis Gordo, dos diputados afines a Susana Díaz, mantienen la Vicepresidencia Segunda y la Secretaría Segunda, respectivamente. Sánchez no lo ha conseguido aunque tampoco lo ha exigido expresamente, según fuentes cercanas a estos diputados. La nueva Ejecutiva pidió que todos los cargos socialistas pusieran a su disposición su cargo, algo que el diputado y secretario general del PSOE en Segovia Juan Luis Gordo no hizo, si bien tampoco se le pidió de manera directa. El diputado hizo saber su voluntad de continuar en el cargo a la portavoz, Margarita Robles, según informó en su momento Europa Press. Sánchez quería colocar en ese cargo a una de sus fieles colaboradoras, la diputada por Ibiza Sofía Hernanz.
La presión a Gordo no llegó por vía interna, sino en forma de “campaña mediática”, en la que se dio a conocer su negativa a quitarse de en medio en la Mesa del Congreso, según explica su entorno. Sacar a Gordo de este órgano parlamenario habría supuesto un auténtico rocambolesco juego parlamentario en el que, por el momento, el nuevo líder socialista no parece estar dispuesto a meterse.
Gordo cuenta con buena sintonía con sus compañeros en el órgano parlamentario y no cree que vaya a tener muchos problemas, según las citadas fuentes. Sánchez, eso sí, ha roto una norma no escrita y le ha sacado de la Diputación Permanente del Congreso. “Se trata de un puesto de confianza y él no cuenta con el favor de la nueva dirección”, explican a este diario fuentes socialistas que reconocen que la nueva portavoz del Grupo Socialista, Margarita Robles, mostró su oposición a sacar al secretario segundo de la mesa de este órgano, aunque no consiguió imponer su criterio.
El rencor de Sánchez hacia muchos de sus excolaboradores ha tenido su máxima expresión con Gordo. El diputado segoviano no solo era uno de los partidarios del líder socialista, sino que fue uno de los que le aupó hasta la secretaría general en las primarias en las que se enfrentó a Eduardo Madina, en 2014. Pero el diputado segoviano se distanció de Sánchez justo antes del fatídico Comité Federal del 1 de octubre. Gordo no estaba de acuerdo con ir a nuevas elecciones y votó contra el criterio del secretario general algo que no ha perdonado.
No se atreve con Navarro
Sánchez no se ha atrevido -ni en los despachos de Ferraz ni con mensajes en la prensa- con Micaela Navarro. La presidenta del PSOE andaluz, una de las más fieles colaboradoras de Susana Díaz, continuará sin problemas como vicepresidenta segunda en la Cámara Baja y mantendrá su puesto en la Diputación Permanente. “Tiene mucho poder”, explican fuentes socialistas. En cualquier caso, fue bajo la dirección de Sánchez cuando ambos consiguieron esos puestos que se han tornado tan molestos en su segunda etapa al frente del PSOE. Hace justo un año, el 19 de julio de 2016, fue cuando se constituyó la Mesa del Congreso, sin tantos problemas como ahora.Otros significados diputados y cargos socialistas también han visto como eran orillados sin contemplaciones.
Paula Pérez Cava