El Ministerio de Fomento y su titular, Íñigo de la Serna, se han convertido en los objetivos principales de los taxistas. La guerra que mantiene este sector por la aparición de compañías como Uber y Cabify continúa y tiene su próxima parada en el 27 de julio. Será entonces cuando el gremio del taxi active la ‘operación De la Serna’, en ciudades como Barcelona donde estos profesionales pretenden colapsar la Ciudad Condal. Su principal misión será atascar el aeropuerto del Prat, una infraestructura dependiente del Ministerio de Fomento, e incluso el Puerto.
Además de esta medida de presión, para el próximo día 27 de julio está convocada una huelga general del taxi en todo el territorio nacional, aunque todas las miradas se centrarán en Barcelona por la bautizada, ‘Operación de la Serna’. La cabeza visible de esta inédita propuesta es la asociación Élite Taxi, una de las más activas en este conflicto contra los coches con licencia VTC. De hecho, en la multitudinaria manifestación celebrada en Madrid el pasado 30 de mayo los miembros de Élite Taxi fueron muy ruidosos y los últimos en abandonar las inmediaciones del Congreso de los Diputados, lugar escogido para finalizar la protesta.
Los planes de Élite Taxi Barcelona son colapsar el aeropuerto del Prat y el Puerto de Barcelona con marchas lentas que produzcan grandes atascos en puntos e infraestructuras pertenecientes a la Administración. Además de esta contundente y polémica acción, el gremio ha convocado una huelga general para ese mismo día y no descartan anunciar un paro indefinido si sus peticiones no son atendidas.
Una huelga no deseada
De la Serna, siempre se ha mostrado cercano a lo taxistas, a sus reivindicaciones y nunca ha dudado en mostrar su apoyo al sector en público. El pasado 25 de mayo, sólo cinco días antes de la macroportesta acaecida en la capital de España, De la Serna afirmó estar “cien por cien” con los taxistas. “Hay una normativa y hay que cumplirla y en eso hay que darles la razón”, reconocía el ministro.
Pero las buenas palabras y las demostraciones de cariño no son suficientes y el sector del taxi se ha cansado. En este sentido, la asociación advierte de la falta de de decisión que tienen en organismos como la Mesa Técnica del Taxi en la que se toman decisiones no vinculantes. Al final, la última palabra siempre la tiene la Administración y esto es algo que descontenta al gremio. Aunque desde la asociación catalana reconocen ser “los primeros que no quieren realizar esta huelga”, la realidad es que no ven otra salida para que el gobierno central tome alguna medida en esta guerra.
La protesta se iniciará a las 06:00 horas del mañana ese jueves, 27 de julio, y acabará a la misma hora del viernes. La principal reivindicación de los taxistas es que el la Administración cumpla la Ley y obligue a que se respete la cifra de una licencia VTC por cada 30 taxis. Ahora, en ciudades como Madrid los sindicatos afirman que existe una licencia VTC por cada siete taxis.
Madrid volverá a sitiar el Congreso de los Diputados
Aunque Barcelona centrará el foco mediático, en el resto de España también se celebrará una huelga general, según ha confirmado la Federación Profesional del Taxi y su presidente, Julio Sanz. Además, en la capital tendrá lugar otra gran manifestación a la que están invitados los taxistas de todo el territorio nacional. Las asociaciones estatales del gremio esperan que la protesta tenga tanto éxito como la del pasado 30 de mayo, aunque la realidad es que todavía no cuenta con la autorización de la Delegación de Gobierno y la ausencia de los taxistas catalanes puede mermar el número y el ruido mediático.
En un principio, las movilizaciones estaban fijadas para el próximo 31 de julio, pero los taxistas han creído que era demasiado perjuicio el creado en un día donde se prevén millones de desplazamientos por la ‘operación salida’ de las vacaciones de verano. Además, el 27 de julio es una fecha muy importante y señalada para este sector porque el mismo día del año 2012 se produjo la primera protesta en relación con las licencias VTC.
El anuncio de la ‘operación De la Serna’ y la huelga general casi coincide en el tiempo con el recurso presentado por la CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencias) ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que regula en la actualidad la actividad que desempeñan los vehículos de alquiler con conductor, es decir los coches de Cabify y Uber, entre otras empresas.
“La CNMC se contradice al, por un lado, reconocer expresamente en su demanda que esta modificación del Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres y la Orden Ministerial cuenta con base legal en la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LPTT) y por otro, al afirmar también que no es así y asegurar que no respeta los criterios de proporcionalidad entre taxis y VCTs que esta ley impone”, explica Sanz, presidente de la Federación Madrileña del taxi.
Además, según el presidente, “la CNMC cita en su demanda en multitud de ocasiones la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, que no viene al caso puesto que no se discute ninguna cuestión de Derecho comunitario y que, de todas formas, está dando la razón al sector del taxi en los recientes asuntos relativos a Uber, tanto en España como en Francia”.
Carlos Lospitao