La defensa común de Europa será un hecho en unos meses. O, al menos, a eso es a lo que se comprometieron los socios europeos en el último Consejo en el que se han dado un plazo de tres meses para que cada país ponga sobre la mesa en qué aspectos y de qué manera estarían dispuestos a contribuir a la seguridad y defensa de Europa.
Las conclusiones de esa reunión de los 27, que se celebró el 22 de junio, son un paso más en la larga carrera que ha comenzado la Unión Europea de cara a conseguir una unión también en lo defensivo con la creación de un mecanismo ya previsto en el Tratado de Lisboa, la llamada Cooperación Estructurada Permanente (PESCO, por sus siglas en inglés). “Es uno de los grandes cambios que se va a producir a nivel europeo”, ha explicado el catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense y experto en Defensa, Patxi Aldecoa, en el curso de verano de la UCM “El futuro de la integración europea”, dirigido por Rafael Simancas.
“Este año es especialmente relevante”, ha dicho Aldecoa. “Ha sido precisamente un factor que considerábamos desestabilizador el que más lo ha favorecido”, ha dicho en referencia al ‘Brexit’, como uno de las causas que han impulsado las gestiones en Bruselas. La exministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que compartía tribuna con el catedrático en el curso de la Fundación Pablo Iglesias, ha coincidido en las causas que han impulsado el proyecto de defensa europea y en el momento. “Nunca ha habido un mejor momento para avanzar en la defensa común europea”, ha dicho la exministra de José Luis Rodríguez Zapatero.
Jiménez considera que tanto la salida del Reino Unido de la UE como la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca son factores “coyunturales” para el impulso de este mecanismo. Además, ha apuntado a otras causas “no coyunturales”, como la propia evolución del proceso europeo tras “una parálisis en los últimos años” y las amenazas por el este y el sur de Europa, que han “puesto a prueba el proyecto europeo”. En cualquier caso, la política socialista ha dejado una idea clara: “La defensa es un vehículo eficaz para la integración de Europa”.
Tres meses para diseñarlo
El catedrático de la UCM considera que la decisión del Consejo Europeo de fijar una fecha tope para diseñar el mecanismo como un paso fundamental para la creación de “una fuerza de acción rápida que tenga capacidad para intervenir”.
Será en octubre cuando se sepa qué países están dispuestos a formar parte de este mecanismo de defensa común y qué aportará cada uno. En un principio, apoyarán el PESCO “los cuatro grandes (Alemania, Francia, Italia y España) y Bélgica”, aunque la insistencia de que parte de la Estrategia de Global de Política Exterior y Seguridad de la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, ha sido crucial, especialmente después de la publicación de la Estrategia de Seguridad en junio de 2016. “Por primera vez, esto va en serio”, ha asegurado Aldecoa.
De hecho, este mismo jueves, las ministras de Defensa de España, Francia, Alemania e Italia se han reunido con Mogherini para dialogar sobre el PESCO, el Fondo de Defensa Europeo, y el apoyo a la fuerza conjunta ‘G5 Sahel’, entre otros asuntos, según ha difundido el Ministerio de Defensa en una nota. Se trata de uno de los encuentros preparatorios para unificar posturas de cada país en torno a la PESCO para una reunión ministerial –que se celebrará en Tallín durante los próximos 6 y 7 de septiembre– y que servirá como previa al Consejo Europeo de octubre, que se ha establecido como fecha tope para que los países pongan en firme sus posturas.
.@mdcospedal se reúne en París con @FedericaMog #UE y con sus homólogas de Alemania, Francia e Italia para impulsar la Europa de la Defensa pic.twitter.com/0y2WFoQZ5P
— Ministerio Defensa (@Defensagob) 13 de julio de 2017
El PESCO no necesita de todos los países que forman la UE, sino que un grupo decida llevarlo a cabo. De hecho, solo basta con que “los Estados miembros (…) que reúnan los criterios y asuman los compromisos en materia de capacidades militares que figuran en el Protocolo sobre la cooperación estructurada permanente notificarán su intención al Consejo y al Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad”, según recoge el artículo 46 del Tratado de la UE (TUE).
Complementariedad con la OTAN
La interacción con la OTAN es uno de los debates que se abren al abrir este debate y para muchos pueden plantear una situación complicada. Para el catedrático Patxi Aldecoa, se trata dos mecanismos complementarios. “En la OTAN hay que seguir”, lo que no es incompatible con “desarrollar la autonomía para tener una capacidad de defensa propia”.
Sin embargo, ha reconocido que aún hay que determinar que pasará a nivel práctico. Algunos mandos militares, ha explicado Aldecoa, han llegado a plantear la posibilidad de que los cuarteles generales de la OTAN en Europa, a excepción del de Reino Unido, podrían pasar a formar parte del nuevo mecanismo europeo. Sin embargo, cobra cada vez más fuerza la creación de unas bases propias. “Tenemos que tener blindada la información referente a determinados países”, ha indicado el experto, en referencia a países como Turquía, que forman parte de la Alianza Atlántica.
Mogherini, “una de las políticas más importantes”
El impulso de los países europeos se ha situado al resguardo de la Estrategia de Seguridad de Mogherini, aunque los preceptos que ahora se van a activar ya aparecen recogidos en el Tratado de la Unión Europea. Pero el éxito de la actual jefa de la Diplomacia europea, «una de las políticas actuales más importantes», está en las dos novedades que introduce: “la fundamentación normativa y la capacidad de defendernos de forma autónoma”, según explica el catedrático.
Es la misma postura que defiende España, que considera «imprescindible el liderazgo de la Alta Representante de la Unión Europea para la definición final de los criterios y mecanismos de la PESCO», según una nota difundida este mismo jueves por Defensa, en la que, además, mostraba su apoyo total al proyecto. «España sostiene que la cooperación Estructurada Permanente debería garantizar el lanzamiento y el sostenimiento de las operaciones que establezca la Unión Europea y dotar de las capacidades necesarias para actuar en los escenarios más exigentes en defensa para garantizar la seguridad europea», apuntan desde el Ministerio.
Paula Pérez Cava