El referéndum ilegal sobre la independencia de Cataluña se ha cobrado la última víctima. Albert Batlle ha dejado su cargo como director de los Mossos D'esquadra y con él se ha esfumado de un plumazo la seguridad de los agentes del cuerpo de seguridad. Hasta la marcha de Batlle, los mossos no tenían ninguna duda sobre la manera de proceder en el hipotético escenario de una consulta ilegal sobre la secesión catalana. Pero su dimisión -forzada según aseguran algunas fuentes policiales- ha creado un estado de intranquilidad en el seno del cuerpo. Estas dudas de la Policía catalana han aumentado al conocer a su nuevo director, Pere Soler i Campins, un independentista reconocido sin ningún bagaje dentro los Mossos d'Esquadra.
Las escasas 10 horas que han transcurrido entre la dimisión de Batlle y el nombramiento de Soler han estado repletas de especulaciones e incertidumbre. Aunque durante ese tiempo de espera nadie cercano al cuerpo policial autonómico se haya atrevido a realizar una quiniela, lo cierto es que la gran mayoría se temía el perfil del nuevo director. «Tienen que elegir a alguien que sepa a lo que entra y que esté a favor del referéndum. No se la pueden jugar y ver cómo respira en el cargo, han de estar seguros de que está con ellos», afirmaban fuentes policiales, antes de que saltara la noticia.
Las sospechas de los policías han sido confirmadas una vez anunciado el nombramiento de Soler i Campins, un abogado de profesión nacido Tarrasa y una persona que no esconde su ideología independentista. De hecho, la protagonista indiscutible en la foto de portada de su Facebook es la 'estelada'. Además, por si no quedara clara su preferencias, en su imagen de perfil aparece un 'Sí', donde el punto que debe de acompañar a la letra 'i' ha sido sustituida por la estrella de la bandera independentista catalana. Por último, su Twitter está lleno de proclamas independentista y en su 'timeline' lo último que aparece es un retuit del 'president' de Cataluña, Carles Puigdemont.
Que l'ofensiva contra el referèndum es basi en mentides, amenaces i insults demostra una nul.la convicció en les bondats de l'alternativa.
— Carles Puigdemont (@KRLS) 16 de julio de 2017
Queda claro y demostrado el compromiso de Soler i Campins con la independencia de Cataluña, lo que no ha quedado acreditado son los méritos profesionales del mismo para ejercer como máximo responsable de la Policía Catalana. El único cargo reconocido y que guarda una cierta vinculación con la Seguridad es el de director de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat entre los años 2013 y 2014. Soler ha desarrollado su actividad profesional como abogado en Terrassa, donde tiene despacho desde 1992. Además, fue presidente del Tribunal Arbitral de Terrassa y concejal de CiU en el ayuntamiento de esa ciudad. La realidad es que en el seno de los Mossos d'Esquadra no se esperaba este nombramiento, a pesar de que nadie se atrevía a presagiar el sustituto de Batlle.
Posibles represalias
Con la independencia de trasfondo y con el nuevo rumbo de la Policía catalana la posición de los agentes del cuerpo de seguridad autonómico queda muy comprometida, en todo este entramado político que rodea el referéndum. La gran mayoría opinan que al final la sangre no llegará al río y que por lo tanto no habrá tal consulta independentista, pero el nombramiento de Soler ha significado que muchos de ellos comiencen a dudar sobre la celebración de la misma. Por este motivo, ya hay muchos mossos d'esquadra que han comenzado a consultar las repercusiones legales que tendrían en cualquiera de los escenarios posibles.
En este sentido, existen dos corrientes: los policías que de no tener responsabilidades legales no actuarán en contra del referéndum y los que a pesar de ello si cumplirán con la Ley y garantizarán los derechos y los deberes del ciudadano. De todos modos, cabe recordar que los Mosso's d'Esquadra son un cuerpo jerarquizado y que por lo tanto cualquier agente se debe a la orden de su superior, en este caso Soler i Campins, el nuevo director general. Más allá de ideologías, todos los agentes esperan con ansias las primeras declaraciones de Soler, aunque intuyen en que línea irá su discurso.
Además de consultar las posibles represalias que les pueda conllevar el participar en el referéndum del 1 de octubre, los mossos d'esquadra también elucubran con las diferentes directrices que pueden recibir desde la Dirección para regatear a la ilegalidad. En este contexto podrían aparecer hojas de servicio donde se solicita la presencia de policía en colegios, pero sin hacer referencia alguna a la consulta secesionista. «Si saben hacerlo si pueden salvar este escollo», afirma Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional.
Carlos Lospitao