Después de tres años al mando de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, un ex alto cargo del tripartito ha presentado su dimisión ante el conseller de Interior, este lunes, por motivos políticos. Su sucesor en el cargo será Pere Soler, que ocupó el cargo de director general de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat entre 2013 y 2016.
La dimisión de Batlle se ha producido en el marco del cambio del govern realizado por el presidente de la Generalitat, Carles Puidemont el pasado viernes, cuando nombró a Jordi Turull como su nuevo conseller , a Joaquim Forn, como conseller de Interior, y Clara Ponsatí para administrar la cartera de Enseñanza.
Precisamente, fue Form quien afirmó, horas después de su nombramiento, que los Mossos d'Esquadra garantizarán y facilitarán la celebración del referéndum. «Es lo que han hecho siempre», afirmaba. Además, dejó la puerta de salida abierta a Batlle.
Sus palabras fueron tomadas con cierta inquietud por miembros del cuerpo policial, y probablemente por el hasta ahora director de la policía catalana, quien, en numerosas ocasiones, ha defendido que el cuerpo que hasta este lunes representaba, debía ser políticamente neutral e imparcial.
El nuevo conseller de Interior ha asumido su puesto en relevo de Jordi Jané, quien fue cuestionado, al igual que Batlle, por su falta de apoyo al soberanismo y a la utilización de los Mossos dentro del debate político.
El ya exdirector de los Mossos estaba en el punto de mira de los independentistas, desde que a principios de años realizó una entrevista para Televisión Española en la que afirmó que los Mossos debían «cumplir con la legalidad vigente».
Marta de la Fuente