La victoria de Pedro Sánchez parece haber aplacado las tensiones internas en el PSOE en público. Con Patxi López integrado en la Ejecutiva y Susana Díaz centrada en Andalucía, los contrarios al secretario general de los socialistas han relajado su postura opositora en la escena pública. Pero la dinámica interna es otra cuestión. Muchos socialistas no alineados con Sánchez aseguran estar “expectantes” ante el funcionamiento de la nueva Ejecutiva, tal y como apuntan fuentes del Grupo Parlamentario en el Congreso, con lo que el problema real se ha trasladado de lleno a los socialistas de los territorios y las provincias que tomaron partido por otros candidatos.
Y es que la resistencia a Pedro Sánchez que encabezó Susana Díaz no ha desaparecido tras las primarias -aunque sí se ha borrado del mapa el ‘susanismo’ como tal, según explican algunos de los que apoyaron a la presidenta andaluza en su intento de liderar el PSOE-. Menos cuando en muchas federaciones se ha utilizado el enfrentamiento federal como herramienta para solucionar situaciones locales. «Estamos machacados», aseguran fuentes 'susanistas' de cara a la reorganización territorial del partido. La proximidad de los congresos regionales reaviva las fracturas abiertas en algunas provincias, aunque muchos de los entonces ‘susanistas’ se hayan quedado sin una orientación sobre cómo actuar de cara a los cónclaves regionales que prepara el partido por toda la geografía nacional.
La lucha del ‘post-susanismo’ no se sitúa tanto en conseguir ganar el pulso a los candidatos oficialistas de Ferraz sino en, al menos, conseguir una representación en las ejecutivas provinciales que les permita mantener una pequeña cuota de poder. Por el momento, en muchos de ellos la batalla se está dando para la elección de los delegados provinciales que acudirán a los cónclaves autonómicos y, en muchos de estos casos, los entonces ‘susanistas’ tiran de las personas que acompañaron a la presidenta andaluza en su camino frustrado a Ferraz. Es el caso de Antonio Miguel Carmona, uno de los fieles de Díaz que recorrió varias federaciones para conseguir apoyos para la presidenta regional. El concejal madrileño se ha convertido en “referente” para muchos socialistas que apoyaron a Díaz, según explican fuentes de distintas provincias.
Murcia, Navarra o Castilla y León son algunos de las federaciones que han acudido al edil socialista para conseguir aglutinar posturas y hacer fuerza de cara a estos cónclaves. La idea fundamental es “que exista una integración real”, explican fuentes conocedoras de los contactos a este diario. Sánchez ha conseguido poner de acuerdo a la mitad del partido pero el resto no quiere desaparecer y por eso tratan de conseguir una mínima representación, primero en forma de delegados en los congresos regionales.
Por eso, por el momento el grueso de las conversaciones se centran en pactar listas unitarias para acudir a los congresos regionales, aunque no siempre se consiguen. Uno de los ejemplos recientes ha sido el de Valladolid, donde los opositores al actual secretario general, el ‘sanchista’ Javier Izquierdo, trataron de pactar una lista con ocho de sus representantes, pero la iniciativa no salió adelante. Finalmente, serán 11 los delegados ‘susanistas’ que acudan al cónclave autonómico por esta provincia. “Si no hay consenso, se vota”, lo que no siempre tiene por qué respetar el consenso inicialmente pactado. Valladolid ha sido la única provincia que no ha conseguido una lista pactada para acudir al congreso autonómico.
Sin embargo, en otras federaciones los antiguos ‘susanistas’ quieren ir a más. Aseguran estar dispuestos a buscar “la unidad y la integración para fortalecer el partido, pero no como floreros”. “No estamos dispuestos a prestarnos a una mera operación cosmética en la que se diga que hemos conseguido integración si luego no se nos tiene en cuenta para la toma de decisiones o en los órganos ejecutivos”, asegura un socialista de la federación navarra a este diario.
El puzzle de Madrid
La división entre los partidarios de los tres candidatos a las primarias a Ferraz ha tenido consecuencias más o menos profundas en varios lugares, como la federación de Madrid, donde los socialistas ya tenían enfrentamientos históricos entre sus distintas facciones. Con la fractura a nivel federal, se han abierto (o mantenido) varias opciones de cara al congreso regional que se celebrará previsiblemente en octubre.
La actual secretaria general, Sara Hernández, no contará con el apoyo de Pedro Sánchez, como ya hizo en el anterior congreso. La alcaldesa de Getafe se convirtió en la líder del PSM en unas primarias celebradas tras un periodo de gestora por la destitución de Tomás Gómez al frente de la formación madrileña. Por aquel entonces, solo había dos candidatos: Hernández y Juan Segovia, que ha apoyado a Susana Díaz a nivel federal y que parece desactivado ante las primarias regionales.
Hernández apoyó a Patxi López durante las primarias, lo que ha podido pasarle factura de cara a su relación con el nuevo secretario general, aunque fuentes de su entorno han hablado de buena sintonía entre ambos durante los últimos meses. De hecho, la actual líder del PSM ya ha anunciado su intención de presentarse a la reelección.
Otro de los que apoyó a Patxi López y que anunció este domingo que correrá la carrera por liderar Madrid es Juan Lobato, diputado en la Asamblea de Madrid y alcalde de Soto del Real. Lobato intentará romper con «las candidaturas de continuidad» y mostrar que hay más posibles líderes en el partido.
Sin embargo, es José Manuel Franco quien más opciones parece tener ya que cuenta con el favor de Sánchez. El portavoz adjunto del PSM en la Asamblea de Madrid fue el coordinador de la campaña del secretario general en las primarias y se ha erigido como una de las figuras que puede contar con más fuerza en la escena madrileña.
Pero tampoco se descarta una integración con otros destacados socialistas, precisamente Antonio Miguel Carmona, que ha sonado como posible candidato en algunos foros. Todo apunta a que, igual que está promoviendo en otras regiones, los equipos traten de buscar una solución integradora entre ambas facciones. En caso de que no sea así, tanto en Madrid como en otros lugares, los 'post-susanistas' aseguran estar dispuestos a continuar dando la batalla.
Paula Pérez Cava