El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la presidenta andaluza, Susana Díaz, han vuelto a dejar hoy claras sus posiciones políticas ante el debate territorial y en clave orgánica, aunque se han cuidado de guardar las formas y han apelado a la unidad del partido.
«Cuando yo escucho a Susana hablar de su historia vital, de las cosas que le mueven y le conmueven, al igual que a otros militantes, yo me reconozco en ella», ha asegurado Sánchez, que ha apostillado: «Susana, tú y yo hablamos el mismo idioma, el de la igualdad y la fraternidad».
Por su parte, Díaz ha subrayado que «va a tener la lealtad» de todos los socialistas andaluces y ha acotado que «la mía la primera, compañero Pedro». No obstante, le ha pedido que no le haga elegir entre dos lealtades, en referencia al partido y a Andalucía.
Susana Díaz: Y lo único que pido es que nunca me hagas elegir entre las dos lealtades, porque soy la presidenta de tod@s l@s andaluces pic.twitter.com/zvNX8ynp9I
— PSOE de Andalucía (@psoedeandalucia) 30 de julio de 2017
Díaz y Sánchez, que fueron rivales en las primarias socialistas, no se veían desde el pasado mes de junio con motivo del 39 congreso federal del partido, cuando mantuvieron una entrevista de menos de diez minutos.
Los dos dirigentes socialistas han coincidido en el acto de clausura del 13 congreso regional del PSOE andaluz, en el que Díaz ha revalidado el cargo de secretaria general y ha conseguido el apoyo del 91,1 por ciento para su Ejecutiva, en la que no ha incorporado a ningún «sanchista», como tampoco en el comité director, máximo órgano entre congresos.
La principales discrepancias han girado en torno al modelo de Estado, que Sánchez ha definido como «una nación de naciones», aunque no ha pronunciado el término plurinacionalidad, pero con la garantía de la igualdad de los territorios y los ciudadanos.
La presidenta andaluza ha centrado sus mensajes no solo en la igualdad y en la vigencia de la consecución de la autonomía plena andaluza, sino que ha hecho un llamamiento a los jóvenes socialistas para que salgan a la calle, como hace 40 años, y defiendan el lugar que corresponde a Andalucía.
También ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos que «se sienten de izquierdas» para que «valoren» cómo Andalucía ha hecho de «dique» durante la crisis económica «blindando derechos y peleando para que la recuperación llegue a las personas».
«Hoy, el Parlamento de Andalucía tiene una mayoría de izquierda y, en cambio, algunos partidos de izquierdas prefirieron aliarse con el PP para tener ochenta días secuestrados al gobierno y al Parlamento, para intentar impedir los avances de la mano del PSOE», ha reprochado a Podemos. Unidad para que el PSOE vuelva a ganar las elecciones ha sido el mensaje compartido por ambos líderes, así como referencias a la condición de izquierdas del Partido Socialista.
Ambos han culpado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de utilizar la crisis como excusa para aplicar recortes, quitar derechos y «precarizar» la economía y el empleo. También han reclamado un modelo de financiación autonómica «justa y que no castigue» a Andalucía, la derogación de la reforma local y una financiación adecuada para los ayuntamientos.
Sánchez y Díaz llegaron juntos al acto de clausura, que comenzó con más de una hora de retraso, y previamente compartieron espacio en un sala contigua con sus respectivos colaboradores, a la espera de que finalizara el recuento de votos de los órganos de dirección del PSOE-A que ha sido renovados. Un pequeño grupo de militantes esperaban a Pedro Sánchez a la llegada al plenario al grito de presidente, al igual que a la salida, aunque no han podido verlo porque se ha marchado por una de las puertas laterales.
Lo hizo inmediatamente después de que el presidente de la mesa del trece congreso del PSOE-A, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, cerrara este cónclave pidiendo a los delegados: «Salgamos a sudar la camiseta, a defender los colores y a ganar las elecciones».
EFE