La muerte de Lucía Vivar fue un trágico accidente rodeado de aleatorias desgracias. De hecho, las últimas investigaciones confirman esta principal hipótesis ya que según las cámaras de seguridad de Adif a las que ha tenido acceso la Guardia Civil, la pequeña de tres años estuvo andando sola por las vías del tren en dirección a Álora, término municipal en el que fue hallado, al día siguiente, su cuerpo sin vida.
La pequeña desapareció el pasado 26 de julio en Pizarra (Málaga) mientras jugaba con sus primos cerca de la estación de la localidad. Sus padres dieron la voz de alarma al no localizarla y todo el municipio andaluz se movilizó en su búsqueda. Durante horas, Lucía caminó por las vías del tren hasta que, finalmente, cansada se durmió junto a los raíles. A las 6.45, el primer tren de la mañana pasó sobre ella y le golpeó la cabeza, lo que provocó la muerte inmediata de la pequeña de tres años.
Desde que el maquinista del tren descubriera el cadáver de Lucía, la Guardia Civil ha trabajado siempre con la hipótesis de que la niña caminó sola por las vías del tren tras desorientarse. Sin embargo, la autopsia reveló que pese a que la niña anduvo alrededor de tres kilómetros, los pies de ésta no presentaban lesiones. Este dato despertó algunas incógnitas en cuanto a las verdaderas circunstancias en la que Lucía había muerto.
Aun así, las imágenes de una cámara de seguridad de Adif, situada a unos 50 metros del lugar donde desapareció, ha provocado que los agentes confirmen que, finalmente, la muerte de Lucía se debió a un trágico accidente. En el visionado se puede ver a una persona de la misma altura que la pequeña de tres años caminando en dirección a Álora, la zona en la que apareció. Además, las grabaciones coinciden con el momento en el que sus padres denunciaron su desaparición.
Por otro lado, el análisis de los equipos criminalísticos han confirmado que las heridas coinciden con las de un golpe de tren y que además los se han encontrado restos de la grasa que cubre los bajos de los trenes en la cabeza de la pequeña, por lo que los investigadores se encuentran rastreando la parte inferior del ferrocarril en busca de pelos o restos orgánicos. Tampoco han encontrado señales de violencia. A raíz de estos nuevos datos, los investigadores mantienen la principal línea de investigación: la muerte de Lucía fue un accidente.
Andrea Morea