domingo, noviembre 24, 2024
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El Ejército de Tierra tendrá un nuevo sistema de ‘drones’ en Irak antes de final de año

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Las tropas españolas desplegadas en Irak tendrán un refuerzo extra: un sistema RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) completamente nuevo y permanente en la misión. La necesidad constante de inteligencia en la operación en marcha desde hace ya más de dos años se ha materializado en la compra de un sistema de UAV (unmanned aerial vehicle) que permita su uso sin depender de las rotaciones que hacen los equipos de los distintos ejércitos que despliegan para realizar formaciones específicas, independientemente del grueso del contingente -en estos momentos integrado por la Brigada “Guadarrama” XII, el sexto relevo-.

Este mismo octubre será la Armada quien envíe un equipo que llevará uno de los UAV de que dispone, en Scan Eagle, y será la 11ª Escuadrilla de la Armada quien lo opere. Pero cuando termine su despliegue allí se traerán de nuevo el sistema a España, con lo que la misión española en Irak volverá a quedarse sin un sistema aéreo no tripulado con el que obtener inteligencia para las distintas misiones que realizan los militares españoles allí.

Por eso, el Ejército de Tierra se ha planteado la necesidad de comprar un sistema RPAS que opere de forma permanente desde la base -o donde se estime pertinente- y la operación para comprarlo ya está en marcha, según han confirmado a Estrella Digital desde la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa. La compra se realizará a través de un procedimiento negociado sin publicidad y tramitación urgente, de modo que los detalles de la compra no se han hecho públicos por el momento. La intención es que el aparato esté disponible para desplegar en Irak antes de que finalice el año, tal y como confirman fuentes militares a este diario.

Por el momento, no se conoce qué empresa se hará finalmente con el contrato, pero con total seguridad será una de las que ha participado con éxito en el Proyecto Rapaz, un programa de aeronaves de Clase I (peso inferior a 150 kilogramos en el despegue) impulsado por la DGAM para la evaluación operativa de los sistemas aéreos tripulados remotamente.

El nuevo sistema contará con tres UAV y una estación de control de tierra, con unas características similares al ya citado Scan Eagle que llevará la Armada en octubre a Irak. En general, mejorará en calidad y prestaciones para este tipo de UAV: buena capacidad para la “carga de pago” (o ‘payload’), formada por el sistema de sensores de los aparatos, fundamentalmente; mayor calidad de imagen en las imágenes que es capaz de recopilar, así como su autonomía y alcance, mayores en comparación con los RPAS de que dispone en este momento en Ejército de Tierra.

Además, los sistemas que se barajan en este momento no necesitan una pista de despegue o aterrizaje, sino que pueden lanzarse desde cualquier lugar, al contar todos ellos con un sistema de catapulta. Se trata de una de las características exigidas por el tipo de uso que se le dará en Irak, ya que no se descarta que pueda llevarse fuera de la Base Gran Capitán en caso de que sea necesario.

Algunas de las empresas que pasaron a la etapa final del Programa Rapaz y que, por tanto, serían candidatas para optar para ser la adjudicataria del sistema son Thales, con su sistema Fulmar, de fabricación española; Blue Bird Aero Systems, con el sistema SpyLite, o Aeronautics, con el sistema Orbiter (estas dos últimas empresas, israelíes). 

Preparación en León

Mientras terminan de cerrarse las compras de los nuevos aparatos, el Ejército de Tierra forma a sus pilotos de RPAS para volar los aparatos con los que actualmente cuenta. Hace apenas un par de meses, finalizó el curso para el manejo de los Search MK IIJ, de IAI (empresa israelí). Se trata de los vehículos aéreos no tripulados que España ya desplegó en la guerra de Afganistán y que conforman la Plataforma Aérea Sensorizada de Inteligencia (PASI).

Estos aparatos de gran envergadura tienen un alcance de unos 250 kilómetros y necesitan una pista de aterrizaje, por lo que su uso no permite esa adaptabilidad que buscan desde el Ejército para la misión en Irak. Además, el Ejército de Tierra dispone de los Raven, otro tipo de RPAS más pequeño y con prestaciones inferiores requeridas en esa zona de operaciones en concreto. En el futuro, las operaciones especiales y las compañías de fusileros contarán con micro UAVs con fines tácticos, y también se dispondrá de un modelo superior, de carácter estratégico, que permita 24 horas en el aire.

Compra de sistema ‘antidrones’

A finales de julio, el Ministerio de Defensa compró el Sistema de Defensa contra UAVS (AUDS, por sus siglas en inglés) de la empresa Blighter con un mecanismo de compra similar al que se está empleando para la compra del sistema RPAS. En este caso, el coste total del sistema ascendió a 2 millones de euros y permite detectar, rastrear, identificar y desactivar un dron en 15 segundos en un rango de hasta 10 kilómetros, según explica la británica.

Paula Pérez Cava

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