Ocho personas han resultado heridas, siete de ellas de gravedad, en una deflagración que se ha producido en el hotel 100% Fun de Tarifa (Cádiz) como consecuencia de un fallo en un transformador de la cocina. Los más afectados por la catástrofe tienen quemaduras en el 90% de su cuerpo y el resto en más del 50%.
El siniestro se produjo sobre las 19.40 horas de ayer en la cocina del hotel. Al tener conocimiento del suceso, desde el 112 se dio aviso al Consorcio Provincial de Bomberos a la Guardia Civil, a la Policía Local y a servicios sanitarios, así como a la Inspección de Trabajo y al centro de prevención de riesgos laborales. La explosión se produjo mientras los trabajadores se encontraban justo debajo del transformador. Estaban comiendo en su descanso en la terraza cuando les cayó encima el aceite en llamas del equipo.
El edificio se encuentra ubicado en la zona de la playa de Valdevaqueros, una playa virgen destino habitual del turismo de Tarifa y situada a 10 kilómetros del centro del pueblo. Más concretamente en la Nacional 340, en una zona donde se concentran siete alojamientos distintos.
Mientras se realizaban las intervenciones operativas de emergencia, el establecimiento ha sido desalojado. Los heridos son un total de ocho personas, cuatro hombres y cuatro mujeres, todos ellos trabajadores del hotel.
En una primera intervención, fueron trasladados a distintos centros sanitarios de la provincia para, posteriormente, ser evacuados a la unidad de quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde permanecen cinco de los heridos, mientras que el resto permanece en centros de la provincia de Cádiz. Uno de ellos ha sido enviado al Hospital Universitario de Puerto Real, si bien se espera que, en las próximas horas sea trasladado también al centro hospitalario sevillano. La ambulancia envió a otro de los heridos, en estado grave, al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, tras pasar por el Hospital Punta de Europa de Algeciras.
Los clientes ya han podido regresar a sus estancias, después de que los bomberos se cercioraran de que las instalaciones no habían sufrido más daños y no corrían peligro tras la deflagración.
Rocío Morales