martes, noviembre 19, 2024
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Barcelona: más Siria y sociología que radicalización súbita

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La edad de los terroristas que han atentado en Barcelona, su falta de antecedentes penales y la aparente falta de relación con posiciones islamistas radicales parecía sugerir, en los primeros momentos, un proceso súbito de radicalización. Los datos que se conocen poco a poco parecen desmentir esta circunstancia.

Los terroristas han logrado preparar, durante más de medio año, una acción terrorista sin ser controlados y todo apunta a que el proceso empieza a partir de las llamadas del Daesh a vengar las derrotas militares. La composición sociológica de la célula, el agente de radicalización y el 'efecto Siria' se corresponden con el modelo de yihadista español de siempre.

Perfil terrorista

Un hombre joven, marroquí o español, convertido al Islam radical con sus más próximos o familiares y  que ha recibido por la red propaganda yihadista. Este es el retrato del aprendiz de terrorista que relata un estudio en la revista 'Sentinel', del Centro de Lucha contra el Terrorismo de la Academia Americana de West Point.

De la mano de Fernando Reinares,  Carola García-Calvo y  Álvaro Vicente, la revista se hacía eco el pasado mes de Junio de una de las pocas investigaciones cuantitativas de los procesos de radicalización yihadista en España.

Los tres investigadores españoles han examinado a las 178 personas arrestadas y procesadas por terrorismo relacionado con el Islam radical en la Península Ibérica entre 2013 y 2016, un período de actividad muy alta en las redes yihadistas en toda Europa.

De los expedientes de investigación, las audiencias judiciales y las entrevistas con los funcionarios de policía, establecieron los perfiles típicos y las trayectorias de los simpatizantes yihadistas en España.

Los nacionales marroquíes y españoles representan los contingentes más grandes (42,7% para los primeros y 41,5% para los segundos). La abrumadora mayoría son hombres, tres cuartas partes de los cuales son muy jóvenes, entre las edades de 18 y 38. Un poco más de la mitad estaban casados. Cataluña lidera en realidad el área de residencia de los sospechosos detenidos con el 23,2% de los casos, pero Ceuta, y la capital, Madrid, mantienen tasas del 22,2% y 19,2 %. El 12% proviene de Melilla, todo ello según el mismo estudio liderado por Reinares. 

Los procesos de radicalización de los autores de los últimos ataques en Europa -también los de Cataluña- comenzó con mucha más fuerza a partir de 2014, cuando el Daesh comienza a tener un gran impulso y poner en marcha su maquinaria de propaganda. Es en junio de ese año cuando su líder, Abu Bakr Al Baghdadi, declara en Mosul la creación de un califato y declara esa ciudad como su sede. Anteriormente, el estallido de la guerra de Siria en 2011 y el avance de los yihadistas en Malí, también sirvieron como acicate para el movimiento. Es decir, proceden del momento del esplendor del Daesh. Una radicalización que se produce en España y no en el extranjero: internet -con la potente herramienta propagandística del Daesh-, cárcel y encuentros personales son los vehículos de radicalización.

Agentes de radicalización.

El terrorista yihadista en España rara vez se adentra solo en la aventura. La imagen desgastada del lobo solitario autorradicalizado no ha funcionado nunca en España. Los referentes religiosos, el grupo de amigos o la familia acompañan el tránsito al yihadismo.

El estudio de Reinares viene a confirmar cierta coherencia en el modelo antiterrorista español que parecía bastante eficaz. El número de “ghettos, a diferencia de otros países europeos es reducido, la integración de la comunidad musulmana crea menos rechazo, quizá porque, a pesar de lo que parece, la extrema derecha y la xenofobia son más débiles. Otro factor es que el número de participantes en la guerra de Siria procedentes de España es muy bajo. Factores que han permitido una buena colaboración entre los servicios secretos españoles y marroquíes.

Sobre esos perfiles y esas bases metodológicas, el gobierno ha mantenido una política de recursos bastante nítida: tres mil agentes de todo tipo siguen en las ·”redes” a las personas de riesgo y medio millar se ocupan de escuchas telefónicas y seguimientos. Rajoy anunció 600 agentes suplementarios.

Siria y la crisis

La investigación citada al principio recuerda que «casi la mitad están en el paro o sin empleo conocido» y una cuarta parte trabajaba en el sector servicios. Uno de cada cuatro ya había sido condenado o mantenía actividades delictivas de pequeño nivel. Es el caso de la célula catalana. El final del efecto bienestar, la pérdida de identidad y la falta de perspectivas acompaña la conversión al fanatismo, apoyado en el salafismo como pretexto religioso. Como recordaba ayer Estrella Digital, la evolución de la guerra en Siria, donde el Daesh está apunto de ser completamente derrotado ha llamado a lo que queda de su dirección a acciones radicales.

Nunca fue Alá, fue la derrota del Daesh.

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