Málaga vuelve a la rutina después de más de una semana de celebración. Este año el encuentro ha estado marcado por la huelga de taxis que ensombreció a la tradicional festividad de agosto.
Para poner fin a los días de Feria, en la tarde de ayer, desfiló la Cabalgata Histórica para conmemorar la llegada de los Reyes Católicos hace más de 500 años, que puso el broche de oro después de ocho días de fiesta.
Música y diversión para todos
Esta festividad que comenzó el 12 de agosto y ha durado hasta el pasado sábado ha tenido dos focos principales, el centro de la ciudad y el recinto Ferial del Real Cortijo de Torres que ,a partes iguales, han ofrecido diversión y disfrute para todos sus asistentes.
Desde bien temprano hasta altas horas de la mañana la música en directo amenizaba las grandes plazas y avenidas de la ciudad, por otro lado, para los visitantes al Real, el reciento contaba con un gran número de discotecas de libre acceso además de las tradicionales casetas andaluzas.
Según han revelado los datos, la ocupación hotelera ha sido del 92 por ciento, sin embargo la presencia ha sido menor que ediciones anteriores. La fiesta andaluza ha conseguido recaudar más de 60 millones de euros, cinco más que en 2016, con un gasto medio por persona de 30 euros por día.
Los taxis y la limpieza los puntos flacos de la feria
El evento se ha visto marcado por los excesos y la suciedad. Los malos olores que han inundado las calles del centro de la localidad andaluza durante el día y la noche. Charcos de orina, excrementos y restos de alcohol ocupaban las calles del casco histórico durante estos días, a pesar de la presencia de los servicios de limpieza.
La huelga de taxis ha sido otra de las grandes protagonistas. Desde que comenzase la Feria, la ausencia del servicio por parte de los taxistas ha estado presente, suponiendo un enorme problema para la mayoría de los asistentes. El recinto ferial se encuentra a las afueras de Málaga, y son muchos los kilómetros que separan el centro del Real.
La localidad contó únicamente con los servicios mínimos ,a pesar de la gran afluencia de personas que se encontraban para la celebración. El jueves y viernes la huelga fue desconvocada, siendo retomada en la jornada del sábado,
Además. el Real tuvo un leve altercado, en la madrugada del viernes al sábado. En torno a las siete de la mañana se formó una inmensa agrupación de personas en la parada de taxis, la afluencia de personas y el alboroto fue tal que los asistentes ocuparon parcialmente el asfalto. Los taxistas agobiados se vieron obligados a no prestar sus servicios intentando poner orden, y muchos de ellos perdiendo las formas. Finalmente, para acabar con el conflicto tuvo que acudir la policía para organizar a los cientos de personas con un enorme vallado, controlando uno por uno para que fueran acomodándose en los taxis.
A primera hora del domingo los servicios de limpieza comenzaron sus labores de manera intensiva para devolver a la ciudad su belleza. Los camiones y el personal de limpieza recogían y deshacían todos los estragos de la noche malagueña. Hoy, la ciudad andaluza ha amanecido con otra cara.
Rocío Morales