A pesar de la unidad que han demostrado los ciudadanos al condenar terrorismo durante todo el acto, han sido varios los momentos en los que han salido a relucir diferentes ideologías y gestos contra el gobierno o la monarquía.
La llegada de los diferentes dirigentes políticos que han acudido a la masiva manifestación, a la que han asistido más de medio millón de personas, ha marcado la diferencia.
El recibimiento del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha enmarcado entre vítores y aplausos, mientras que el del Rey, Felipe VI, o el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, han sido abucheados y pitados de forma muy sonora.
Además, en varios momentos de la masiva manifestación, los gritos de 'No Tinc Por' (No tengo miedo) han sido interrumpidos por insultos a la monarquía y al gobierno, y se han podido leer diversos carteles con frases como «Felipe VI, gobierno español, cómplices con el comercio de armas» o «sus guerras, nuestras muertes».
Los Mossos d'Esquadra han tenido que intervenir, al término del acto, para separar a varias personas por increparse y enfrentarse por los lemas que algunas personas llevaban en su pancartas.
Algo que ha sido criticado por varios representantes, como Albert Rivera, quien ha afirmado que «unos pocos maleducados no pueden manchar la imagen de una ciudad como Barcelona».
La alcaldesa de la ciudad condal, Ada Colau, ha señalado que el mensaje de esta manifestación ha sido «clarísimo». «Los ciudadanos han salido en favor de la paz, para decir que no tenemos miedo y que estamos juntos contra la política del terror».
Por otro lado, antes de que se iniciase la marcha contra el terrorismo, el integrante de la delegación de Compromís, Carles Mulet, ha realizado unas declaraciones, enviadas a los medios de comunicación en las que aseguraba que “es vergonzoso que asistan a la manifestación quienes mantienen negocios con los que dan apoyo al yihadismo”.
Además, Carles Mulet, reclamaba al estado español que se replantee «algunos de los acuerdos comerciales con países y empresas que no respetan los derechos humanos y alimentan al terrorismo yihadista» y se implante «la ética y una colaboración policial honrada y sincera».
«Es de una gran hipocresía que, en un material tan sensible como es el terrorismo, se produzcan silencios y disfunciones con los juzgados, como otorgar permisos de salida de la cárcel al imam de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados, condenado por tráfico de drogas y que no fluyese ni en la comunidad musulmana, ni entre los juzgados o cuerpos de seguridad implicados sus antecedentes o su supuesta inclusión en el fichero de internos de especial seguimiento (FIES)”, añadía el senador catalan.
Marta de la Fuente