Las más de 93.100 palabras que la Real Academia Española (RAE) recoge en su diccionario y la, a veces, enrevesada gramática de nuestra lengua dificultan que los ciudadanos de a pie puedan dominar el castellano a la perfección.
De hecho, hay una serie de errores tan comunes, que no solo no son identificados como tales por gran parte de la población, sino que algunos de ellos han sido aceptados por la academia que vela por nuestra lengua.
Estos son algunos de los fallos que más se comenten en el castellano hablado;
– Queísmo y dequeísmo: Opino de que no, me he acordado que es tu cumple…
Ambos ejemplos son errores igual de garrafales, aunque es cierto que la mayoría de las personas identifican mejor el dequeísmo. Hay verbos que no rigen la preposición 'de', como decir, opinar, juzgar, querer… Sin embargo, hay otros que si lo hacen, como : acordarse, cansarse, asustarse, avergonzarse, fiarse, informar…Ejemplos de erroresj: Me dijo de que se iba mañana, se cansó que le llamase tanto, en la radio han informado que mañana es festivo…
– Utilización de infinitivos en lugar de imperativos: Niños, recoger las cosas.
El impertaivo plural siempre termina en 'd', excepto el impertativo plural del vero 'ir', que es 'idos', aunque ya se acepta 'iros'. Más ejemplos: Hacer la comida vosotros, Evitar salir tarde con los niños…
– Advervios + adjetivos posesivos. Detrás mía, delante tuya..
Es un fallo muy común, quizá uno de los que más se comenten hoy en día. Los adverbios de lugar, como: encima, debajo, cerca, al lado, arriba, dentro, detrás…No pueden ir seguidos de un adjetivo posesivo, como: tuyo, mío, suyos, nuestros… Ej: 'Susana está al lado mío', en lugar de: 'Susana está a mi lado' es un error.
– Invención de los numerales ordinales: El onceAVO
Los numerales ordinales plantean dificultades para algunos ciudadanos. Primero, segundo, tercero,….No suponen muchas dudas. Sin embargo, a partir del 10º, los cardinales se forman por yuxtaposición o por fusión de formas simples y no añadiendo AVO, AVA, ni sus plurales. Ej: Llegó el doceavo a la meta, en lugar de: Llegó el duodécimo o el décimosegundo.
– La triple L: laísmo, leísmo y loísmo
Se trata de una serie de normas que parecen muy difíciles de recordar para muchos y que confunden a gran cantidad de castellanohablantes. Algunos más que otros dependiendo de la zona geográfica en la que vivan o hayan crecido. Es importante tener en cuenta que como complemento directo se debe utilizar 'la' y 'lo' y sus plurales y como complemento indirecto, 'le' o 'les', y por otro lado, que el complemento directo es el objeto o persona sobre el que recae la acción, mientras que el indirecto recibe el beneficio o daño de la acción.
El laísmo es la utilización del pronombre 'la' o 'las' en lugar de 'le' o 'les' cuando hacen referencia a un complemento indirecto. Es un error muy común en Madrid y en el centro peninsular. Ej: A maría la gusta el helado.
El leísmo, sin embargo, es la utilización de 'le' o 'les' en función de complemento indirecto, en lugar de 'lo', 'la' y sus formas plurales. Es el fallo más común de los tres, tanto que la RAE lo acepta, en el caso de masculino singula. Ej: Fui a verle al hospital.
Loísmo. Dentro de estos tres errores, el loísmo es el menos común y se basa en la utilización del pronombre 'lo' y 'los', en lugar de 'le' y 'les', cuando se refefiere a complemento indirecto. Ej: Los prendieron fuego (a los papeles)
– Añadir una 'S' al pretérito perfecto simple: Dijistes que sí
Es una regla muy simple que no se respeta en demasiadas ocasiones. La segunda persona del singular del pretérito perfecto simple no termina en 'S'. Ejemplo del error: Comistes, cogistes, bebistes, contestastes…
-Redundancia
Es un vicio muy común en nuestro lenguaje añadir palabras a otros sustantivos que no los necesitan. Ej: Sube arriba o vuelve a empezar de nuevo.
Además, especialmente en los medios de comunicación, se cae en la redundancia cuando se quiere dar énfasis a un sustantivo y se añade un adjetivo que no es necesario, ni correcto. Ej: Querella criminal, testigo presencial…
-'Hay a veces'
La utilización de 'hay a veces' en lugar de 'a veces' o 'hay veces', es otro error bastante habitual en castellano. Ej: Hay a veces que me mareo, en lugar de: A veces me mareo o Hay veces en las que me mareo.
Marta de la Fuente