Rajoy no escucha afrentas, afirma después de soportar la correspondiente pitada a las autoridades españolas y le pide a Puigdemont que “renuncie a su plan de ruptura”. Puigdemont presume de sus urnas y acusa al gobierno de “hacer política con la seguridad de los catalanes”.
El independentismo intntó, con menos éxito de lo esperado, llenar de esteladas la manifestación. Las maniobras de hacer encabezar a la sociedad civil y ocultar a los políticos no fue especialmente brillante: las pitadas, cartelitos, manifestaciones paralelas y demagogias sobre ventas de armas recuperaron el protegonismo político que se trataba de ocultar.
Muchas manifestaciones a la vez
Medio millón de personas son menos, quizá, de las esperadas. Dejan la sensación de que se ha reivindicando más de una cosa. Desde luego, fue contra el terrorismo, en memoria de los fallecidos, una mujer más hoy.
Pero lo cierto es que los aplausos a la cabecera competían con los silbidos a los políticos del estado. Factores que privaron a la manifestación de la emotividad y la épica de otras manifestaciones antiterroristas, entre otras las d Cambrils. Ripoll esta misma semana.
Esa falta de dramatismo guarda relación con la convicción de que la agenda política ya ha pasado página de la violencia que golpeó Barcelona y se apresta a continuar como siempre.
Diputación Permanente
La semana pasada, tras los atentados, la Diputación Permanente del Congreso no discutió ningún tema relacionado, directa o indirectamente, con los atentados de Barcelona. Ni de potenciales reformas del Código Penal, sugeridas por Rajoy, ni de información sobre lo ocurrido en la Rambla.
Eso si, hemos tenido catalanismo vinculado al asunto del FLA y la cosa de los fallos en el sistema judicial, aeropuertos de Barcelona y asuntos, sin duda importantes pero que corresponden al control ordinario mas que a una Diputación Permanente, más aún cuando apenas siete días antes se había producido un atentado dramático en Barcelona.
Rajoy, comparecencia por la Gürtel
El Congreso de los Diputados mantendrá su agenda política. El PNV se ha sumado a PSOE y Podemos en la Diputación Permanente, junto a PdCat y ERC, y obligan a Rajoy a comparecer en la Comisión extraordinaria creada en el Congreso para investigar la financiación ilegal del PP.
Una Comisión que no ha producido ningún dato nuevo, sobre asuntos sometidos a investigación judicial y que no tiene, respecto a Rajoy, otro objetivo que afear al presidente su comparecencia en sede judicial. Momento en el que cabe suponer, tanto socialistas como Podemos volverán a pedir la dimisión del Presidente del Gobierno.
Sánchez flirtea con PNV
La colaboración que Sánchez e Iglesias han venido estableciendo, desde el retorno de Sánchez a la secretaria general del PSOE, una colaboración institucional. La incorporación del PNV a la entente con Sánchez, rompiendo la cooperación presupuestaria con canarios, Ciudadanos y PP, anima al dirigente socialista a intentar una alternativa de gobierno.
No obstante, los presupuestos y techos de gasto aprobados dan al PP un margen de maniobra que mantiene a los populares relativamente tranquilos sobre las operaciones parlamentarias. Por otro lado, el PP considera amortizada la agenda judicial y remite a los juzgados los casos que proceden de hace una década.
Díada y Referendum
Puigdemont lo dejó claro la misma tarde de los atentados: el procés no se interrumpe. Ha declarado a Financial Times la oportuna provocación a Rajoy y ha presumido la misma tarde de la manifestación de disponer las oportunas urnas.
La manifestación contra el terrorismo fue especialmente agresiva, concebida por muchos sectores del independentismo como preparación de la “diada caliente” que desea la Generalitat, con el objeto de revertir los sondeos oficiales que vienen dando mayor peso a quienes rechazan el independentismo, en los últimos meses.
Se espera que entre esta última semana de Agosto o primeros días de Septiembre se aprueben las normas que preparen los procesos legislativos que deben dar paso al comprometido Referendum.
Domingo Labrador