A medida que el 1 de octubre se acerca, los movimientos de cara a la galería se pretenden más contundentes, especialmente en mitad de la resaca de la manifestación contra el terrorismo de este sábado, con los ecos independentistas aún retumbando en cada esquina. Las estrategias del Govern, con la presentación de la Ley de Transitoriedad este mismo lunes, y las del Gobierno de Mariano Rajoy tensan la cuerda de cara a la convocatoria ilegal. También el Tribunal Constitucional -en pleno agosto- ha tratado de deshacer los intentos del Parlament para otorgarle una legalidad al ‘procès’.
Mientras se continúa gestionando el ruido, los partidos se preparan para el escenario catalán después del 1 de octubre -haya urnas o no las haya- y los movimientos empiezan a cobrar fuerza, con el aliento de las encuestas y las predicciones de que la eventual colocación de urnas ese día no servirá para nada. Se vote o no, el próximo 1 de octubre el valor del movimiento quedará deslegitimado por su ilegalidad y la previsión de que la participación no será muy elevada. “Van a hacer el ridículo colocando urnas ”, comentaba un dirigente socialista a este diario.
En esas previsiones, la estrategia que preparan los independentistas también ha dejado de ser unitaria. Esquerra Republicana (ERC) está ya trabajando en un escenario electoral que situaría las elecciones en marzo de 2018 con el objetivo de colocar a su líder, Oriol Junqueras, al frente del Govern, según confirman fuentes conocedoras de ese proceso a Estrella Digital. Y en esa estrategia no están incluidos los convergentes, que no han conseguido lavar su imagen pese al impulso independentista de la mano de ERC y a su reconversión en el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT).
De hecho, este mismo domingo, ha salido a la luz que los líderes de Esquerra Republicana, Podemos y Catalunya en Comú mantenían una cena en casa del empresario de comunicación y presidente de Mediapro, Jaume Roures, según ha desvelado 'El Confidencial'. Oriol Junqueras, Pablo Iglesias y Xavier Domènech han mantenido un encuentro en mitad de un proceso paralelo al llamado 'procès', lo que confirma los movimientos de cara a una estrategia en la que el PDeCAT queda fuera. «Huele a tripartito», ha dicho la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal. «Me sorprende un poco que mientras unos estamos ahora pendientes de que el 1 de octubre sea una realidad, algunos están más pendientes de lo que viene después», ha insistido la dirigente del partido, consciente de que sus socios les están orillando.
Encuestas en alza
Desde ERC miran de reojo a unas encuestas favorables y no quieren cargar con el lastre del ‘tres per cent’ ni los demás casos de corrupción que acorralan a los convergentes. Pero los escenarios por explorar no son complacientes para la formación republicana. El fracaso de su iniciativa conjunta en Junts Pel Sí para celebrar el 1-O tendrá que reconvertirse en una reformulación de sus planteamiento que ofrecer a sus votantes y la opción de la independencia a cualquier precio ya no está sobre la mesa. De hecho, el partido se encuentra dividido en dos corrientes, según han confirmado fuentes de la formación a Estrella Digital. De una parte, los que se mantienen en la defensa de la independencia y, de otra, los que empiezan a ver con buenos ojos propuestas como las del que hace el Partido Socialista de Cataluña (PSC).
Así, desde ERC estarían abiertos a explorar la opción de considerar la “nación” catalana, dentro del planteamiento de Pedro Sánchez del “estado plurinacional”, a la vez que se dé una mejora en las condiciones de financiación y un impulso al ‘Estatut’. Los contactos a este respecto son constantes, según las mismas fuentes, aunque este diario no ha podido confirmar este extremo por vía oficial.
El PSOE y el PSC insistirán en la “Declaración de Barcelona”
Los socialistas han mostrado su disposición a mantenerse junto al Gobierno de Rajoy contra la Ley de Transitoriedad. “El 1 de octubre no habrá un referéndum, desde luego no con garantías suficientes, y por tanto el 2 de octubre no puede haber una república catalana”, ha dicho Óscar López. portavoz del PSOE tras una reunión de la Ejecutiva Permanente este lunes en Ferraz.
Los socialistas habían anunciado que este lunes pondrían sobre la mesa una batería de medidas para “aportar soluciones” al conflicto catalán, pero, según ha confirmado Puente, esperarán hasta el próximo lunes. En cualquier caso, esas propuestas en las que ya estaría trabajando el PSC y que tienen como base la llamada “Declaración de Barcelona”. Es la hoja de ruta que se dieron PSOE y PSC el pasado mes de julio con la que los socialistas tratarán de mediar en el conflicto catalán y que se articula, básicamente, en el reconociento de la “nación” catalana dentro de un estado plurinacional al que se llegará mediante una reforma federal de la Constitución.
Proponen también el desarrollo del ‘Estatut’, la mejora de la financiación autonómica e inversión en infraestructuras, históricas demandas de los catalanes a las que, según el PSOE, el Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho oídos sordos. En cualquier caso, los socialistas insisten así en su encaje federal de Cataluña “sin afectar a la soberanía del pueblo español ni a la igualdad de derechos entre toda la ciudadanía”.
Los ‘comunes’, Podemos y la CUP
Las propuestas socialistas toman impulso como solución para ERC, aunque en el puzzle catalán, Podemos y los ‘Comunes’ también están tomando posiciones que podrían acaparar los votos de los electores que deberán decidir en marzo cuáles son las opciones que apoyan. Catalunya en Comú, con Ada Colau y Xavier Doménech a la cabeza han decidido no apoyar este referéndum, ya que no lo consideran como tal por carecer de “legalidad ni de legitimidad”.
Por su parte, en Podemos la polémica está servida. El secretario general de Podemos en Cataluña, Albano Dante Fachín, -que se negó a unirse con Colau y Doménech en los ‘comunes’- ha pedido hacer campaña a favor de la participación en el referéndum, lo que ha soliviantado tanto a la cúpula de Podemos en Madrid como a las propias bases catalanas. En este caso, está por ver cómo reaccionará el partido morado en Cataluña tras el 1-O aunque, por el momento, ya ha sido el líder nacional, Pablo Iglesias, quien se está encargando en persona de hacer las gestiones en Cataluña.
Por ello, desde ERC aún están haciendo cuentas. Uno de los aspectos que están teniendo en cuenta es el coste electoral de deshacer Junts Pel Sí y volar libres del PDeCAT, algo que las encuestas les están poniendo a favor, así como tener en cuenta el impulso que eventualmente podrían tener los ‘comunes’ y la CUP. Podemos, por el momento, no supone una gran preocupación entre las filas de los republicanos dado el jaleo que tienen en Cataluña a cuenta de Fachín.
Paula Pérez Cava