Esta mañana, se iniciaban los actos de la Diada de Cataluña con una ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, donde la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reiterado que hará «todo lo posible» para que los barceloneses puedan votar el 1 de octubre, aunque sin poner en peligro la «seguridad de la institución y de los trabajadores» municipales.
Colau ha apostado por «hacer compatible el derecho de los ciudadanos a votar» con «garantizar» el derecho de los funcionarios a que «no se les ponga en riesgo».
El pasado viernes, la alcaldesa de la ciudad condal congeló la decisión de ceder o no los locales de votación que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, le había pedido poner a disposición para el referéndum convocado para el 1-O y suspendido por el Tribunal Constitucional, a la espera de que el Govern dé garantías de que no pondrá en riesgo a Ayuntamiento y funcionarios.
Por otra parte, Colau ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de «esconderse detrás de jueces y fiscales, con imágenes absolutamente inauditas en democracia», como las de la Guardia Civil registrando una imprenta de Constantí (Tarragona) o la sede del semanario El Vallenc.
Para la alcaldesa, «esto no sólo es inaceptable sino que además es un fracaso absoluto», que no soluciona la «situación enquistada» entre Cataluña y el resto del Estado.
«Un buen gobernante sabe escuchar», ha afirmado la alcaldesa, que ha definido la Diada como una jornada «claramente reivindicativa» de «los derechos y libertades» de los catalanes, entre ellos «también el derecho a decidir», y ha augurado una «celebración masiva» como en años anteriores.
Por su parte, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que, con esta Diada, los catalanes están en el «sprint final» de un 1 de octubre que será un «éxito», y ha hecho un llamamiento a hacer un «esfuerzo final» y a «acumular fuerzas» frente a la «intolerancia» del Gobierno.
Por ello, Mas ha hecho un llamamiento a «hacer un último esfuerzo» y a «acumular fuerzas» en la recta final del proceso soberanista, que hay que acometer con «ilusión», pero también con «compromiso para hacer valer la democracia».
«Ha costado mucho llegar hasta aquí. La oposición del Estado y del Gobierno son fuertes y duras, muy intransigentes e intolerantes, pero un pueblo determinado a hacer valer su voz y a votar, que tiene las instituciones al lado y a los políticos dispuestos a llegar hasta el final, un pueblo así se sale con la suya», ha opinado
Por otro lado, el portavoz del gobierno de la Generalitat, Jordi Turull, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos catalanes para que acudan a votar el uno de octubre, y para que la manifestación de esta tarde tarde se celebre con «civismo, alegría y respeto».
Diada marcada por el independentismo
Anoche, el Born Centre de Cultura i Memòria de Barcelona fue el escenario del acto institucional con el que arrancó la Diada de Cataluña.
El evento comenzó de forma solemne con el presidente catalán, Carles Puigdemont, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pasando revista a la formación de gala de los Mossos d'Esquadra junto al mayor de la policía autonómica catalana, Josep Lluís Trapero, de los más ovacionados previamente a su llegada.
El «Cant de la Senyera», interpretado por la Orquesta de Cámara de Terrassa 48 y el Coro de Cámara Anton Brükner, mientras se alzaba una bandera catalana de grandes dimensiones, dio paso al contenido más teñido de política, bajo el eje de la libertad y los derechos humanos, a través de actuaciones musicales y lecturas.
La cita finalizó con el himno de «Els Segadors» y gritos de «Independencia» y «!Votaremos¡» entre un público en el que había una nutrida presencia política, con consellers, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y numerosos representantes de partidos independentistas, además del líder del PSC, Miquel Iceta, o Joan Josep Nuet (SíQueEsPot); no así Cs o PP, que rehusaron asistir.
EFE