Este año, la movilización consistía en llenar de arriba abajo el passeig de Gràcia y la calle Aragó, formando una gran cruz con estas dos grandes arterias perpendiculares, para simbolizar un signo positivo en favor de «la democracia y la libertad».
La ANC, entidad organizadora de las manifestaciones de la Diada desde 2012, ha asegurado que los inscritos en la movilización de este año -anunciada como «la Diada del sí» a la independencia, a tres semanas del 1 de octubre-, se aproximan al medio millón de personas.
Sobre las cinco de la tarde, la movilización se ha iniciado con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados yihadistas de este verano en Barcelona y Cambrils (Tarragona).
El Orfeó Català ha interpretado el himno catalán, «Els Segadors», y a continuación el grupo musical Els Amics de les Arts han proseguido con «Louisiana o els camps de cotó».
A las simbólicas 17.14 horas, las pancartas gigantes desplegadas en cada uno de los cuatro extremos de la manifestación -con los lemas «Paz y libertad», «Referéndum es democracia», «Sí»- han empezado a avanzar hacia el punto de confluencia: el cruce entre Passeig de Gràcia y la calle Aragó.
Mientras avanzaban las lonas, de 16 metros de ancho por 16 de largo y que se abrían paso entre centenares de esteladas, gritos de «Independencia» y «Votaremos» y algún castillo humano, los manifestantes debían enfundarse la camiseta oficial verde fluorescente distribuida por la ANC, en homenaje a los voluntarios que en los últimos años han colaborado en la celebración de las movilizaciones del 11 de septiembre.
En la plaza Catalunya, en uno de los extremos de la movilización, se encuentra la fila cero de autoridades, donde se ubican, entre otros, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y demás caras visibles del soberanismo.
Justamente, en la plaza Catalunya, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, y otros máximos representantes de entidades soberanistas han pronunciado sus discursos antes de poner el punto y final a la movilización.
EFE