Un instructor del Centro de Adiestramientos y Experiencias (CAE) de la Guardia Civil fue el autor de la ráfaga con un fusil de asalto que provocó heridas en 11 agentes del Instituto Armado y un teniente de la Guardia Real que pertenece al cuerpo de la Infantería de Marina, según ha confirmado un portavoz de la Guardia Civil a Estrella Digital, que asegura que «se trató de un disparo accidental». Los heridos son alumnos del curso de Adiestramientos Especiales, que da acceso al Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, y se encontraban en el campo de tiro del Polígono de Experiencias para Fuerzas Especiales de la Guardia Civil (PEFE-GC) cuando se produjo el suceso, el pasado viernes sobre las 18.00 horas.
Las primeras informaciones y declaraciones de testigos apuntan a que el instructor, un alférez del Instituto Armado, disparó la ráfaga pensando que el arma estaba cargada con munición de fogueo cuando sus balas eran reales. “Estábamos en formación y, lo típico, que disparan al aire con balas de fogueo para que nos dispersemos y parapetemos en los alrededores”, explica uno de los testigos en una grabación a la que ha tenido acceso este diario.
“Un alférez, que lleva muchos años aquí, tenía dos cargadores -uno de fogueo y uno normal- ha disparado a todos los que estábamos allí, a toda la sección. En ese momento, estábamos la mitad de la compañía, unos 30 o por ahí”, continúa el testigo. “Con seis o siete balas ha ‘jodido’ a todos. Las balas han rebotado, partes de bala fragmentada se han dispersado…”, explica el agente, que cuenta cómo varios de los compañeros que tenía alrededor resultaron heridos. “Podía haber sido muchísimo peor”, reconoce.
En estos momentos, siete de los heridos continúan ingresados, aunque su estado no reviste gravedad y se espera que alguno de ellos reciba el alta en las próximas horas, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil. Dos de ellos tienen una situación “más grave”, con heridas en el pie izquierdo y en el muslo derecho respectivamente, aunque su vida no ha corrido peligro en ningún momento, explica el mismo portavoz. El teniente de Infantería de Marina perteneciente a la Guardia Real tiene varias esquirlas en una de sus extremidades inferiores y se encuentra aún en espera de que los efectivos médicos se las extraigan. Aun así, como el resto de ingresados, su evolución ha sido positiva. Al igual que el teniente, la mayor parte de los agentes resultaron heridos en las extremidades y tres de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente de urgencia.
El disparo en ráfaga ha provocado que el número de heridos haya sido mayor por el rebote de esquirlas aunque ha habido suerte de que no haya que lamentar daños mayores. “Cuando se produce un ‘rafagazo’, puede haber impactos directos de bala y otras veces, esquirlas de los rebotes que saltan de los disparos al chocar con el terreno pedregoso del PEFE-GC. Un disparo afecta a uno, pero las esquirlas pueden saltarles a cuatro o cinco”, indica el portavoz de la Guardia Civil en el CAE. “En este caso, rebotaron a un grupo, lo que ha provocado que el número de heridos sea mayor”, explica.
La Policía Judicial de la Comandancia de La Rioja ha abierto una investigación, que está tomando declaración a los testigos presenciales. “Hasta que no se resuelvan las diligencias, no comentaremos nada al respecto”, explican fuentes oficiales de la Guardia Civil del centro de adiestramiento de Logroño. “Por el momento, se desconoce si fue un error humano o de qué tipo, pero el resultado ha sido un desgraciado accidente”, insiste el mismo portavoz. En cualquier caso, es la primera vez que se produce un incidente de estas características “desde el año 1980, cuando comenzó a impartirse”, aseguran desde el Instituto Armado.
El curso continúa
En total, son unos 80 agentes y militares -en este caso, dos de la Guardia Real- los que participan en el curso de Adiestramientos Especiales (ADE), que capacita a los agentes para entrar en el GAR. Pese al incidente, el curso, que arrancó en septiembre y dura unos cuatro meses, continuará desarrollándose en las instalaciones de la Guardia Civil en Logroño hasta enero.
Por el momento, se desconoce si los heridos podrán reincorporarse a la formación, tanto por su estado de salud como por la exigencia del curso, que no permite la «pérdida de horas lectivas» -uno de los aspectos de la formación fijadas de antemano-. De hecho, se trata de un curso exigente y selectivo, en el que normalmente solo el 50% de los alumnos consiguen superar las pruebas e incorporarse al GAR.
Pese a que el curso está dirigido a personal de la Guardia Civil, otros cuerpos policiales y del Ejército también toman parte de la formación, lo que explica la presencia de los dos guardias reales en el campo de tiro. “La Guardia Civil oferta plazas a otras policías y ejércitos, aunque no siempre acuden. En este caso, había dos militares de la Guardia Real”, han indicado fuentes del CAE de Logroño a este diario.
Las formaciones y prácticas conjuntas entre distintos cuerpos policiales y los ejércitos es habitual. Este mismo verano, varios cuerpos especiales de las policías autonómicas (Policía Foral de Navarra y la Ertzaintza) y de la Policía Nacional realizaron un ejercicio de tiradores de precisión organizado por el Regimiento de Infantería 'Garellano' 45, en la Base Militar de Araca, en Vitoria.
Paula Pérez Cava