«O consigo que se haga justicia con nosotros o yo me voy para el otro barrio». Esta es la declaración desesperada de una de las huelguistas de hambre que desde este martes protesta por los 'casos' de Afinsa y Forum. Esta persona sufre una afección cardiaca y su marcapasos ha dejado de emitir señales al personal de la Comunidad de Madrid que se encarga de monitorizar su situación, pero esto ha quedado en un segundo plano. Lo importante para ella y para otras cuatro personas que se encuentran sin probar bocado y durmiendo al raso es que el Gobierno les escuche.
Sólo llevan cuatro días en huelga de hambre, pero la fuerzas de los protestantes comienzan a flaquear. El primer revés lo recibieron el primer día cuando la Policía Municipal, primero, y la Policía Nacional, después, les obligaron a desmantelar el 'campamento' que habían levantado en la plaza de Emperador Carlos V. Los agentes también instaron a los huelguistas a retirar una pancarta que colgaba en una valla a la salida del Metro. Tras el 'lanzamiento' callejero, los afectados decidieron cambiar su ubicación y desde el miércoles se encuentran en las inmediaciones del museo Reina Sofía.
«Estamos pegados a un contramuro y más resguardados que en una plaza abierta», afirma una de los muchos afectados que apoya y acompaña cada día a las cinco personas que han decidido iniciar esta huelga de hambre. «Estamos a su lado y atentos a lo que pudieran necesitar. Es emocionante lo que están haciendo por todos nosotros», continúa. Los medios con los que cuentan los protestantes son muy limitados, de hecho, hay una de las personas que duerme en el suelo porque no hay una logística que le permita hacerlo en otro sitio más cómodo. «Voy a llevarles una colchonera de playa para que al menos pueda descansar en una superficie blanda y no tenga que dormir sobre el frío suelo», explica esta afectada que se encarga también de apoyar anímicamente a los huelguistas.
El frío es otro de los factores que comienza a preocupar a las personas que desde el martes duermen en la calle hasta que el Gobierno solucione su situación. Por el momento, las temperaturas han respetado la protesta de estos afectados por los 'casos' Afinsa y Forum, pero septiembre avanza y los grados de los termómetros de la capital comienzan a descender. Para este fin de semana se esperan mínimas de hasta nueve grados y máximas de 23, en Madrid. Estas temperaturas, aunque no son extremas, sí harán mella en unos cuerpos necesitados de calorías. «La situación irá empeorando día a día porque el otoño está a la vuelta de la esquina», afirma una de las protestantes.
De todos modos, la peor noticia no es el hambre o el empeoramiento de las condiciones climatológicas, sino la ausencia de respuestas por parte de la Administración Central. «Nadie se ha interesado por nuestra situación. Están demasiado ocupados con el tema de la independencia de Cataluña y no nos han dedicado ni un solo segundo«, explica una huelguista. En este sentido, el único apoyo institucional que han recibido ha sido por parte de Ciudadanos. «Dos diputados de la formación naranja nos han visitado y agradecemos mucho su apoyo», afirman los afectados.
A esta situación se ha llegado después del último capítulo del conflicto entre los afectados y la administración concursal. A finales de junio, la administración concursal de Afinsa al Juzgado de lo Mercantil Número 6 de Madrid impugnando los últimos recursos presentados por algunos de los afectados, reconoce ahora que no coresponde la devolución del IVA al tratarse de una entidad mercantil.
Ese carácter es el que siempre reclamaron los afectados ya que, frente a las tesis del Gobierno y de la Fiscalía, este carácter no financiero supondría la no obligación de provisiones y otros requerimientos financieros y contables que la entidad cumplía, pretexto que llevó a la liquidación de las entidades y a la malventa del patrimonio de las entidades por la Administración Concursal. Este criterio del «carácter mercantil» es el que sirve a los afectados para reclamar la devolución de su patrimonio y pedir responsabilidades.
«Estamos luchando contra el sistema y contra los bancos», sentencia apesadumbrada una de las miles personas afectadas por esta «injusticia».
Carlos Lospitao