Cataluña amanecerá este domingo bajo la lluvia, lo que puede ayudar a enfriar los ánimos ante la perspectiva de que la convocatoria del referéndum ilegal acabe con un fuerte enfrentamiento en las calles. El control de los posibles centro de votación es la batalla clave, que tendrá lugar esta madrugada. Los Mossos d’Esquadra tienen previsto hacer desalojos en torno a las 06:00. En unos 160 centros de toda Cataluña hay acampados padres con sus hijos, que utilizan como escudos humanos para que no se clausuren los colegios electorales. Los mandos de los casi 6.000 agentes de Policía y Guardia Civil enviados como refuerzo a Cataluña temen una jornada violenta.
La jornada de reflexión ha sido también un día de importantes movimientos de los cuerpos de seguridad del Estado para intentar colapsar técnicamente el referéndum. Desde instancias oficiales se ha considerado clave la intervención de la Guardia Civil en el Centro de Telecomunicaciones y Tecnología de la Información (CTTI) de la Generalitat. Ha sido un golpe que ha provocado una reunión de urgencia la mañana del sábado de Carles Puigdemont con los líderes de ERC Junqueras y Marta Rovira, así como con miembros de las radicales CUP en Girona, para buscar alternativas. El Govern ha quedado tan descolocado, que ha anunciado que dará este domingo por la mañana el nuevo sistema de voto que han planeado este mismo sábado.
Del mismo modo se considera decisiva también la intervención de la Guardia Civil en el CESICAT, desde donde también se planeaba hacer el control telemático del referéndum ilegal. Estas actuaciones de la Guardia Civil se unen a las incautaciones de millones de papeletas y material electoral realizadas durante estas semanas.
La presión judicial y las perspectivas de movilización en los colegios –los Mossos sólo han encontrado ocupados 163 de los 1.300 colegios electorales– han provocado que la ANC –entidad independentista– rebaje las expectativas de éxito a un millón de votantes. El censo en de unos 5,3 millones, y en el referéndum del 9N votaron 2,3 millones de ciudadanos. El portavoz de esta asociación asegura que la rebaja es por el “estado de sitio” que, según el, está ejerciendo el Estado contra la votación ilegal.
Sin embargo, la tensión en las calles de Cataluña va en aumento. Miles de manifestantes pasearon banderas de España ayer por la tarde en Barcelona. Se unían así a los cientos de movilizaciones que se han hecho por toda España, contrarias al referéndum separatista. Varios manifestantes intentaron descolgar la pancarta que apoya el referéndum colocada en la Plaza de Sant Jaume de la capital barcelonesa.
Cientos de activistas anarquistas y antisistema de toda Europa se han concentrado estos días en Cataluña, para lo que ya se ha dado a conocer como “el mambo”. La CUP ampara estas prácticas violentas, que ya se han visto en varias manifestaciones e incluso en los intentos de extender la huelga estudiantil en las universidades catalanas, con escraches y hasta agresiones físicas.
También numerosos tractoristas han movilizado sus herramientas de trabajo entre el viernes y el sábado, con la intención de colapsar los furgones de Policía y Guardia Civil este domingo.
El punto clave va a ser la toma de control y desalojo de los colegios ocupados por activistas independentistas, que además se están refugiando en la presencia de niños. Los Mossos tienen orden de desalojarlos, pero en el desarrollo táctico de la misma, el ‘mayor’ Josep Lluis Trapero ha puesto tales restricciones, que fuentes de Interior dudan de la efectividad de la medida. En ese caso serán Policía y Guardia Civil quienes tendrán que hacerse cargo de la situación. Y este es el escenario más complicado de gestionar.
Una de las bazas del independentismo es “la foto” de mañana. Se buscan fotos de colas de votantes, y posiblemente imágenes de represión policial. Además, la amenaza violenta de anarquistas, antisistema, abertzales llegados del País Vasco y los métodos violentos de la CUP pueden provocar tumultos callejeros, una imagen indeseada por el Gobierno.
Lo que pase este domingo será un escenario sobre el que los agentes del conflicto, básicamente Puigdemont y sus aliados independentistas, representarán sus bazas en la semana que viene. La amenaza velada es la de la Declaración Unilateral de Independencia. El reto final contra la legalidad.
F. de Castro