Los antidisturbios (las Unidades de Intervención Policial, UIP) no solo se han tenido que emplear a fondo en Cataluña. En la casi siempre tranquila Murcia, ha estallado el conflicto, violentamente además. Los vecinos murcianos piden desde hace años que soterren las vías de la alta velocidad que, sin ello, parten la ciudad en dos. El Gobierno asegura que los muros serán provisionales y que además son pantallas acústicas que flanquearán una vía a la altura del paso a nivel de «Santiago El Mayor”, mientras la eterna promesa de ocultar los carriles se lleva a cabo.
En los últimos días ha crecido la protesta vecinal: contenedores y excavadoras quemadas, postes derribados, e incluso paro del tráfico ferroviario. Esto ha llevado a que Fomento advierta que están poniendo en riesgo la llegada de la Alta Velocidad a la ciudad.
En la madrugada del miércoles la situación empeoró cuando tuvieron lugar varios actos de vandalismo en los que las pantallas acabaron por los suelos, la maquinaria de obra y los contenedores de la zona quemados. Además de destrozos a lo largo de 400 metros en las vías ferroviarias que han obligado a parar el tráfico. Renfe tuvo que ofrecer un servicio alternativo de autobuses cubriendo la zona. La empresa quiere garantizar la seguridad de sus usuarios y aún no ha puesto en marcha el tren por la zona.
El presidente de Murcia, Fernando López Miras, firmó el jueves el soterramiento de las vías del tren en su paso por la ciudad, considerando necesario que se eliminen las vías que, desde hace 156 años, separan a los vecinos murcianos. Pero por otro lado, el presupuesto y el plazo aún no está reflejado en el BOE. Mientras que el PP pide confianza en el compromiso del Gobierno, el resto de las fuerzas políticas exigen su publicación.
Marina Mellinas